El pasado 13 de enero, el Instituto Nacional de Estadística publicaba su estadística mensual sobre Índice de Precios al Consumo (IPC). Se trata de un indicador que mide el aumento del nivel general de precios y que representa, en cierto modo, el nivel de inflación de un país en un momento determinado.
Aunque la primera parte del año pasado, este indicador se situó en terreno negativo, la tasa ha ido creciendo desde agosto hasta dispararse en diciembre de 2016, con un aumento del 1,6%, nueve décimas por encima de lo registrado en el mes anterior, que se explica fundamentalmente por el aumento de los carburantes. La inflación vuelve a instalarse en nuestra economía y esto no supone, a priori, buenas noticias para las pymes españolas.