No es solo la inflación, la falta de productos en stock es el mayor problema para los beneficios de las pymes

No es solo la inflación, la falta de productos en stock es el mayor problema para los beneficios de las pymes
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El foco está puesto sobre todo en el aumento del IPC y cómo está incidiendo en los costes de las empresas. Hay muchas que ya han subido los precios de sus productos o servicios para sus clientes. Otras no pueden hacerlo porque trabajan con tarifas previamente pactadas. Pero no solo es la inflación, porque la falta de productos en stock es el mayor problema para los beneficios de las pymes.

Si algo hemos aprendido con la crisis del coronavirus es que si se rompe la cadena de suministros tenemos un grave problema de abastecimiento en todos los ámbitos. Y podemos verlo en diferentes sectores. El problema es que cuando se necesitan estos suministros y no llegan tenemos que buscarlos en otros lugares. Y por lo general, mucho más caros.

No encuentro lo necesario para que mi empresa funcione

Y la falta de suministros tiene dos ramas. Por un lado, retrasos en el funcionamiento de la empresa, paradas y problemas de productividad, que acaban por hacer que su rentabilidad sea menor.

Por otro lado, se busca con nuevos proveedores, donde muchas veces los precios no es que sean más elevados, es que van cambiando, generalmente al alza de un día para otro, pero además con el peligro de si dudamos en comprar o no que se agoten las unidades disponibles.

Y esto supone una gran incertidumbre para la mayoría de las compañías, que para no ver mermados sus beneficios acaban aplicando el precio más alto de todos los que les han dado para aplicar al final el coste final al cliente. Esto provoca que en muchos casos se pierdan operaciones y se facture menos de los esperado.

Almacenar en nuestras instalaciones, un arma de doble filo

Pero es que además, la falta de suministros obliga a muchas empresas a almacenar en sus instalaciones mucho más cantidad de producto del que normalmente tendrían. Y esto tensiona de nuevo la cadena de suministro, puesto que son la mayoría de organizaciones las que intentan cubrirse de esta manera.

Pero esto supone que tenemos una gran cantidad de dinero inmovilizado, que de momento está parado en nuestro almacén y que no sabemos cuándo le vamos a dar salida, facturar y recuperar con beneficios esta inversión.

Todo esto acaba por repercutir al final también en los precios, haciendo que la inflación también se vea afectada por esta falta de productos que no llegan con la regularidad esperada a muchas empresas y en muchos sectores.

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