¿Tan difícil es detectar y retener el talento en la empresa en España?
Reflexiones

¿Tan difícil es detectar y retener el talento en la empresa en España?

Seis, siete u ocho años en la misma empresa. Te sabes de memoria cómo funciona todo pero llevas tiempo pidiendo, casi suplicando a través de correos que por lo visto no lee nadie, que tienes ideas que sabes que puedes aportar en un departamento diferente al tuyo. ¿La respuesta? El silencio.

¿Por qué es tan difícil detectar y retener el talento en la empresa en España? Por dejadez, porque parece que lo nuevo siempre es mejor. Es decir, pongamos una oferta y que acudan hordas de personas que no sienten ni la pasión ni tienen las ganas de ese trabajador al que ignoras.

¿Y si los responsables del abandono de la empresa no son los empleados?

Cuanto mayor es la empresa, más grande es la desorganización en cuanto a capital humano. Es imposible conocer a todos los empleados, es difícil saber quién brilla y quién ayudaría a ganar más dinero y a conseguir que un departamento que no destaca, por fin lo hiciera. Pero sigue siendo complicado ver que la solución está más cerca de lo que piensas.

¿Y si la solución no pasa por sustituir a una persona por otra? ¿Y si se produjera el milagro y esas promesas que te hicieron durante la entrevista fueran reales? Porque todo es muy bonito la primera semana o el primer mes.

El talento no es reemplazable

Hace falta savia nueva, es un lema tan absurdo como asegurar que la Tierra es plana. Al igual que pensar que porque tienes 40 años eres sabio, también es absurdo creer que porque tienes 25 lo sabes todo y tu creatividad sale por tus poros.

Ni veteranos ni jóvenes, lo que una empresa necesita son buenas ideas

Cada vez más será necesario que las empresas dispongan de personas con una serie de habilidades, conocimientos o experiencias ya que el riesgo de seguir esa estrategia de reemplazo llevará a que una empresa no se diferencie de la otra.

Mirar lo que hace la competencia es buena idea, copiar lo que hace no tanto

Un trabajador tiene una idea, decide exponerla a un superior, no sabe si llegará a su destino porque nunca ha hablado con él. La poca flexibilidad en la comunicación interna es una de las características de las grandes empresas, pero por desgracia también se da en las pymes.

Tal vez por envidia, por seguir potenciando la mediocridad y sobre todo, por no tener un espíritu de equipo bien interiorizado, esa brillante idea se perderá como lágrimas bajo la lluvia.

La falta de compañerismo, de comunicación interna y la mediocridad, los enemigos número 1 para retener el talento

Pagar menos a los trabajadores a cambio de una empresa del montón

Esa parece la idea que pulula por el ambiente empresarial. Mejor no arriesgar, mejor no pagar más de la cuenta si esto puede hacerlo cualquiera y por poco dinero. Imitemos a la competencia y vayamos sobre seguro.

Cuando en ocasiones, se acusa a los empleados de acomodarse y hacer lo justo en sus puestos de trabajo, si por casualidad han decidido o se han planteado compartir un cambio o una sugerencia y han comprobado que sólo son un cero a la izquierda, no es de extrañar que a los 30 o a los 40, pierdan la motivación.

Niños con altas capacidades que se aburren, adultos que se agobian en un trabajo en el futuro

Los dos temas están relacionados. De hecho, en un país donde destacar está mal visto y no hacer lo que a la mayoría le gusta respecto a ocio o cualquier cuestión, lleva a esos niños que aprenden más rápido que los demás a aburrirse en las escuelas y aceptar (si no cuentan con ayuda) que para sobrevivir es mejor no destacar.

Los niños con altas capacidades que se aburren en la escuela también lo harán en el trabajo si no se remedia

Además de una pena es una injusticia que el talento sea mal visto, incluso ignorado por temor. ¿Temor a qué? A ser desplazado de tu puesto. A que un inferior tenga más conocimientos que tú. Es decir, el vivo retrato de un jefe con sentimiento de inferioridad.

Pero no parece que el panorama cambie. Si estamos atentos a las noticias sobre proyectos innovadores, normalmente vienen de la mano de alguien que en solitario ha depositado su confianza, capital y entusiasmo por una buena idea que no se tuvo en cuenta en la empresa.

Imagen|Pixabay

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