Hace un tiempo el término salario emocional era tendencia. ¿Qué estimulaba más a un trabajador, más tiempo libre o un buen sueldo? Sinceramente, creo que ambas cosas no deberían ir por separado. Pero la realidad que se ha impuesto desde que la pandemia apareció, son las bajas por salud mental en las empresas.
Sin ser psicólogos, pasar de una situación anómala y surrealista como ha sido el Covid a la cotidianeidad en todos los aspectos no sólo es raro sino poco saludable. Sin embargo, el común de los mortales no ha podido tomar un año sabático y ha debido incorporarse a su puesto de trabajo.
Consumo de ansiolíticos, insomnio y ansiedad, así es la nueva normalidad para los trabajadores
España es el mayor consumidor del mundo de ansiolíticos y así lo recoge la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), dependiente de Naciones Unidas. Los resultados de la investigación son coincidentes con cifras manejadas por instituciones españolas vinculadas a la disciplina. Entre los hallazgos se indica que en 2020, antes de la pandemia.
Es lógico que tras la incertidumbre de estos dos últimos años, la situación actual debido a la inflación y demás escenarios poco alentadores, las personas tengan problemas de salud mental y lo que eso conlleva, bajas laborales que demuestran lo poco que se invierte en prevención en salud mental.
Ante las nuevas circunstancias es mejor prevenir
Invertir en prevenir la depresión y otros trastornos es positivo para la empresa y para el trabajador. Basta con prestar atención para observar que los empleados están quemados, y que si existen talleres o cursos para fomentar la igualdad, no estaría de más incluir también aquellos que velan por cuidar de la salud mental.
La pandemia nos ha puesto a prueba, ha demostrado que como sociedad no estamos preparados para vivir en la adversidad durante dos largos años. Ofrecer a los trabajadores una válvula de escape donde poder hablar sin pudor sobre sus problemas es la única alternativa posible.
Las nuevas circunstancias laborales, el telebrabajo, la presión en el puesto de trabajo y la incertidumbre del mercado laboral son las principales causas de este incremento de las bajas por salud mental.
Empresarios y trabajadores han de ir de la mano en esta nueva normalidad
Suena a utopía pero la realidad es que cuanto menos se cuide al trabajador, más aumentarán las bajas, más descenderá la productividad y será peor para todos.
Contar con el apoyo de tu empresa, tus jefes y compañeros facilitará la recuperación. No se trata de contar con excentricidades dentro de una organización, no queremos desconectar jugando como en Silicon Valley, sino normalizar el que se pueda hablar con un experto.
Llegó el momento de decir adiós al salario emocional y bienvenida la atención a nuestra salud mental para superar tanto la crisis sanitaria como la económica.