¿Un jefe conflictivo?

¿Un jefe conflictivo?
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En muchas ocasiones, de hecho, más de las que debería ser, ocurre que somos incapaces de entender a nuestro jefe. Esta situación es perjudicial para nosotros porque nos afecta a nuestro ánimo pero al final puede acabar por influir en el rendimiento de la propia empresa.

Cuando se tiene que hacer frente a una situación incómoda e incluso infructuosa como esta lo mejor no es esperar que se resuelvan las cosas por ensalmo, lo más adecuado es hacer frente a la situación para evitar males mayores.

Vamos a partir de la premisa que no le entendemos y que por mucho que nos esforcemos no lo lograremos pero eso no quiere decir que, por lo menos, no lo intentemos.

Si tu jefe es complicado, por regla general, tendrá una personalidad intolerante e impulsiva. Esta actitud es probable que transmita poco aprecio por tu trabajo. Si este es el caso es conveniente es que no focalices tu existencia en la empresa alrededor de la mala actitud sino en tu papel en la organización, de este modo podrás revelar tus capacidades.

En tu relación personal con él, el fundamento debe ser la escucha ya que las relaciones necesitan tiempo para desarrollarse y para que las personas se sientan cómodos, comunicarse es un buen medio para lograrlo. Además, de este modo podrás identificar qué parte de tu comportamiento es la que menos convence y, con el tiempo, podrá actuar para que no repercuta en tu trabajo.

De hecho en las relaciones profesionales tendemos a interiorizarlas y solemos confundir el ámbito profesional con el ámbito personal, lo que en situaciones conflicitivas es extraordinariamente contraproducente, por eso hay que ser cauto e intentar no llevarse por la pasión y hacer de una relación profesional una mala relación personal.

Imagen | The 621st Contingence

En Pymes y Autónomos | Resolución de conflictos: generación de soluciones, Resolución de conflictos: la negociación

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