En España, si tu perro o gato enferma o muere, tienes que gastar días de vacaciones o asuntos propios. Esto puede cambiar pronto

En España, si tu perro o gato enferma o muere, tienes que gastar días de vacaciones o asuntos propios. Esto puede cambiar pronto
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A día de hoy, pese al vínculo creciente entre las familias y sus animales, la mayoría de los países siguen sin regular ningún permiso para su atención e imprevistos en la normativa laboral. En España, tras la aprobación de la nueva Ley de Bienestar Animal, muchos trabajadores han señalado esta situación, que puede generar problemas complejos para atender emergencias veterinarias o enfrentar la pérdida de perros, gatos y otros animales.

En contraposición, la misma ley establece obligaciones claras sobre el cuidado sanitario y el bienestar que los propietarios deben garantizar a sus mascotas —palabra cada vez menos aceptada—, razón por la que se ha reabierto el debate sobre la necesidad de contemplar permisos laborales específicos.

Obligaciones frente a obligaciones

En estos momentos, no existen permisos destinados a cuidar o atender situaciones relacionadas con los animales para los trabajadores españoles. Así, cuando surge una emergencia veterinaria, del tipo que sea, debe recurrirse a días de vacaciones, asuntos propios o permisos no remunerados, si bien existe la posibilidad de negociar con la empresa.

Sin embargo, cualquier solución alternativa dependerá ya de la sensibilidad o flexibilidad del empresario o el responsable. A veces, como detalla Elena Horrillo para El País, la respuesta de la empresa puede estar completamente carente de sensibilidad: "La muerte de un animal no es excusa para nada."

Un aspecto que contrasta, en España, con los objetivos y las propias obligaciones impuestas por la reciente ley, que prevé incluso sanciones para quienes no proporcionen los cuidados necesarios.

¿Si mi perro enferma de gravedad y no me dan permiso para faltar al trabajo, qué hago? ¿Falto al trabajo y pierdo el empleo o dejo morir al perro y, además del trauma, me enfrento a una sanción grave? Parecen preguntas propias de aquellos viejos libros de ciencia-ficción y fantasía del Elige tu propia aventura, donde la mayoría de las decisiones te llevaban a un destino poco agradable.

¿Y la (visión) europea?

En España, ya existen algunos precedentes interesantes, aunque en su mayoría se hallan en las mismas firmas vinculadas a los animales (como IskayPet, cuya marca tiene detrás a empresas como Tienda Animal o Kiwoko). También es de suponer que empresas como Affinity, Nestlé, Uber o Google, que cuentan con la posibilidad de llevar al perro a la oficina, pueden ser más comprensivas con otras obligaciones de las familias con animales.

A su vez, en Europa, aunque la legislación general no contempla estos permisos, existen antecedentes significativos que marcan posibles vías de evolución. En Francia, la empresa Wamiz concede un día retribuido en caso de muerte de una mascota. Asimismo, el Reino Unido tiene un buen número de empresas que han empezado a ofrecer días de permiso (pawternity leave), que se orientan tanto a nuevas adopciones como a situaciones especiales.

La realidad es que, en Google, no son pocas las búsquedas por parte de trabajadores que no saben si pueden faltar al trabajo para llevar a su perro o gato al veterinario o qué derechos les respaldan en esta situación, donde la presión social y los nuevos cambios de normativa y sensibilidad han ido acogiendo un papel más y más relevante.

Presión social y cambios normativos

Tras la aprobación de la Ley de Bienestar Animal, numerosas voces han empezado a impulsar una mayor sensibilización sobre este asunto en el ámbito laboral. Aunque todavía no existen movimientos claros en España hacia una regulación específica, esta nueva realidad podría llevar a que cada vez más empresas adopten medidas similares de manera interna o que se abra la negociación colectiva sobre este tipo de permisos.

La clave está en el artículo 37 del Estatuto de los Trabajadores: "[...] la persona trabajadora, previo aviso y justificación, podrá ausentarse del trabajo, con derecho a remuneración en algunas situaciones entre las que se recoge la de “por el tiempo indispensable, para el cumplimiento de un deber inexcusable de carácter público y personal".

En este sentido, debería ser posible alegar, según afirma Oriol Cremades, profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la UAB, la aplicación de este artículo, que podría encajar en situaciones graves, muy urgentes y de carácter específico. Sin embargo, el duelo o la muerte del animal quedarían exentos, con casi total seguridad.

Otra cuestión relacionada es si, ante la imposibilidad de llegar a acuerdos beneficiosos para las partes implicadas, ¿qué porcentaje de trabajadores no recurrirán a mentir sobre otro tipo de emergencias o cualquier otro imprevisto (enfermedad, emergencia familiar, lo cual no dejaría de ser cierto, o problemas personales, por ejemplo. Según datos de El Economista (MX), el 84 % de las personas han mentido para no ir a trabajar.

Nuevas políticas

La implementación de políticas empresariales favorables al cuidado animal refleja cómo la relación entre familias y sus "miembros peludos" ha cambiado profundamente en la sociedad contemporánea.

Si bien todavía podrían considerarse anecdóticas (cada vez menos), estas iniciativas evidencian que la demanda de reconocimiento legal en materia de permisos laborales podría estar en camino de convertirse en una realidad cotidiana, en consonancia con los cambios culturales y legales que ya están aquí.

Las obligaciones de la Ley de Bienestar Animal pueden ser el primer paso hacia un cambio en los derechos laborales. Y todo indica que, pocos  trabajadores con animales en casa lo verían con malos ojos: al fin y al cabo, más del 92 % los ven como un miembro más de la familia.

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