Cómo no tratar a un desempleado

Cómo no tratar a un desempleado
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Antes de escribir este artículo tras vivir en carne propia situaciones como las que describo, he encontrado muchos artículos sobre cómo tratar a una persona que está desempleada, y no eran recientes, sino de hace ya unos seis años. Ahora hemos normalizado desgraciadamente ese estado en la persona: el de no tener unos ingresos fijos cada mes.

Nos tropezamos con mil y un consejos para encontrar empleo. Cómo comportarnos en una entrevista, cómo intentar lanzar nuestro propio negocio, pero de la parte psicológica, de la depresión, la desmotivación y cómo se siente la persona poco se habla. Quien tiene una ocupación la mayoría de las veces, se convierte en el peor enemigo que un desempleado pueda tener, pero solo por no saber cómo tratar a alguien que no tiene trabajo y olvidar que sigue siendo igual de válida.

Algunos roles de esos amigos que con más buena intención que acierto, intentan orientar al desempleado

  • Trato paternalista
  • Es el típico compañero que se siente mal porque él conserva su trabajo y tú no. Puede llegar a hablarte de un puesto "seguro" en diez empresas en un mes. Esa forma de comportarse es la peor de todas. La más grave. Nunca se deben dar falsas esperanzas a una persona que está al límite y necesita un trabajo. Si tú no eres el dueño de esa empresa, ten por seguro que no hay nada ídem en forma de empleo.

  • El motivador
  • El que ve todos los programas sobre emprendimiento pero desde el sofá. "Haz este curso", "Sé un community manager", "Felipe, tú eres un experto en esta materia, abre una página web y ofrece tus servicios, si no trabajas es porque no quieres". Sí, también se reciben mensajes de este tipo. Ni es tan fácil emprender, ni una profesión se aprende en un curso, y para ser experto tienes que acumular mucha experiencia.

  • El controlador
  • Avanzamos. Ahora tenemos a ese otro buen amigo que está pendiente de si "te mueves", él se ha enterado de varias ofertas de empleo (tú ya les has hecho llegar tu currículum) pero él, por si acaso, te recuerda que lo debes hacer. "Ya les he enviado mis datos", le dirás. "Pues envíalos dos veces, igual hay más suerte", te contestará él en su infinita sabiduría. Ese tono es exasperante. Bastante presión tiene una persona que busca trabajo como para echar una poca más sobre su espalda.

  • El desmotivador
  • Es el típico que cuando te ve ilusionado decide que no, que tu papel es el de desempleado y el suyo el de motivador, y en cuanto percibe que has levantado cabeza y piensas en abrir una pequeña tienda, te recuerda que él es un experto en estudio de mercado y tu maravillosa idea va a fracasar. No, no me he equivocado en el nombre. Hablo de un motivador que cambia su rol. Es lamentable pero muchas personas se sienten mejor cuando otro lo está pasando mal, es su manera de encontrar su sitio en la vida.

    Si queremos ayudar a un amigo desempleado normalicemos la situación. Que el sentido de humor no decaiga. Respetemos sus momentos de soledad elegida. Si estamos seguros al cien por cien de que necesitan a una persona con su perfil, no le digamos nada hasta que esa seguridad roce el doscientos por ciento.

    Nada de utilizar tópicos como "ánimo", "tú vales mucho" y sobre todo, estar preparado para una mala contestación o un cambio brusco de humor. A nadie le gusta estar en el paro. Y sobre todo, ser un desempleado no significa ir marcha atrás en el tiempo, no eres un niño así que procuremos no hablar con un gesto entre tierno y compasivo. Seguro que con tesón y una dosis de ánimo saldrá adelante.

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    Imagen|annais

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