Ideas fracasadas en la realidad, pero auténticas revoluciones en el cine

Ideas fracasadas en la realidad, pero auténticas revoluciones en el cine
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A lo largo de la historia de la humanidad se han producido grandes invenciones que han revolucionado la forma en la que los ciudadanos nos comportamos, nos desplazábamos o nos relacionábamos con el resto de la sociedad. Supongo que a todos nos vienen a la cabeza grandes ejemplos de ellas: el fuego, la rueda, el ferrocarril, el dinero... o más recientemente Internet y la revolución tecnológica.

No obstante, la historia también está llena de muchos ejemplos de ideas que pudieron llegar a ser grandes revoluciones o invenciones y que, sin embargo, han pasado sin pena ni gloria por el imaginario colectivo de la humanidad. Ideas que, bien por falta de confianza de su propio creador, de los inversores o por falta de financiación supusieron un fracaso estrepitoso en sus ventas. Sin embargo, el fracaso se convirtió en éxito cuando dieron el salto a la gran pantalla.

DeLorean, aquel carismático automóvil

Si nos retrotraemos a 1985, año en el cual se estrenó la primera de las películas de Regreso al Futuro todos nos acordaremos del carismático DeLorean, aquel coche que transportaba a Marty McFly a épocas pretéritas y futuras. Sin embargo, posiblemente nadie de nosotros conozca el DeLorean DMC-12, coche que vio la calle en 1977, con una carrocería fabricada de acero inoxidable y con puertas tipo alas de gaviota, que tenía todas las de ganar para haber sido una auténtica revolución en el sector del automóvil.

En 1982 la empresa se declaró en quiebra y John DeLorean, fundador de la empresa productora del automóvil fue involucrado en un caso de tráfico de drogas del que fue absuelto posteriormente. Cuando el actor Michael J. Fox manejó el DeLorean DMC-12 en las tres partes de Regreso al futuro (entre 1985 y 1990) el auto ya no se producía pero empezaba a convertirse en un auténtico icono.

El Titanic, un barco insumergible

El caso del Titanic es otro de esos ejemplos de fracaso en la realidad pero éxito total en la gran pantalla. El RMS Titanic era un barco que, según los expertos, era insumergible y que sin embargo, durante su viaje inaugural entre Southampton y Nueva York, chocó contra un iceberg provocando su hundimiento y la muerte de 1514 personas de las 2223 que iban a bordo.

La historia es bien conocida por todos gracias a las diversas películas que se han rodado del siniestro, en especial, la que en 1998 estrenó James Cameron con Leonardo DiCaprio y Kate Winslet como protagonistas. El resultado: la película conquistó 11 premios Óscar y, hasta la fecha, es la segunda mayor recaudación de la historia del cine.

En realidad, dudo mucho que el éxito en el cine consuele a sus inventores, pero resulta curioso observar cómo algunas de las innovaciones fracasadas resultaron ser de hecho revolucionarias... en la gran pantalla.

En Pymes y Autónomos | El extraño fenómeno del amor al fracaso empresarial, Del fracaso no siempre se aprende Imagen | JoshBerglund19

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