¿Has vencido el miedo al ridículo antes de emprender?

¿Has vencido el miedo al ridículo antes de emprender?
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La faceta más amarga de emprender en cualquier proyecto es el fracaso en el mismo, junto con las consecuencias que nos puede traer. Fuera del plano económico, en donde el daño puede ser más o menos elevado, en función del riesgo asumido por cada emprendedor, el peor daño que puede sufrir un emprendedor es el daño moral generado por el desastre empresarial.

El sentimiento de fracaso alberga una serie de pautas complicadas de vencer y se conforman por factores de que minan nuestro propio interior como por la transmisión de una mala imagen frente a terceros. Creo, que cualquier emprendedor debería prepararse psicológicamente a un escenario de fracaso futuro para evitar males mayores si por desgracia le sucediera en su proyecto. Y creo que unos de los principales miedos a vencer es el ridículo

Como digo, el miedo al ridículo. se puede determinar como uno de los principales escollos psicológicos en un fracaso, sea del tipo que sea. La sociedad en la que vivimos premia fuertemente al éxito y penaliza con la mofa el fracaso. Sentirse ridículo, señalado, torpe en el quehacer cotidiano y en la leña que puede generarse sobre nuestro árbol caido puede hacernos mucho más daño del que pensamos en un principio.

Este miedo se cura con humildad, tanto a la hora de emprender, a la hora de transmitir lo que vamos a hacer empresarialmente hablando y por supuesto sometiéndonos a la situaciones más ridículas que podamos imaginar y por aquellas que seríamos incapaces de pasar nunca.

Por ejemplo, alguien pudoroso debería irse a una playa nudista o alguien que le tenga un miedo tremendo a hablar en público le recomendaría que se apuntara a unos seminarios de lectura en público. Aprender de estas situaciones y a creer en nosotros mismos, de manera independiente al entorno que nos rodea, nos va a crear una coraza importante que nos va a permitir seguir intentando otros proyectos, aunque en uno hayamos cometido errores garrafales.

La ventaja que vamos a tener es que para los futuros proyectos, habremos aprendido lecciones muy valiosas sobre las cosas que no debemos hacer más, cómo evitar situaciones que nos pueden mandar a la ruina y cómo comprender bien porqué nos equivocamos la primera vez. Si no nos sentimos ridículos por estos errores, antes o después triunfaremos con nuestras ideas.

Más Información | Antonio Andujar
Imagen | Daquella Manera
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