El empresario al que le gustaba tener dos de todo

Sin comentarios

Llega el fin de semana, y como suele ser habitual, os recomiendo una película: Huevos de Oro, de Bigas Luna. Aviso que puede llegara a exasperar. Al director mediterráneo o le amas o le odias. O las dos cosas, depende de la cinta en cuestión (lo de Bámbola no tiene perdón de Dios). En mi pobre opinión, Huevos de Oro es una de las mejores. Y entiendo que viene al pelo en estos momentos de crisis, de caos, de fin de fiesta. O lo que es lo mismo, y sin eufemismos, de una resaca económica espantosa tras una noche de excesos que ha durado una década.

Relata el auge y caída de un promotor inmobiliario español, Benito. Un personaje-caricatura, o quizás no tanto. Un fresco de corruptelas políticas, financieras, de gente embriagada por el poder,el-lo-quiero-todo-aquí-y-ahora. Y hay un momento, central en la película, en el que se resume gran parte de su mensaje. En dicha secuencia Benito nos dice que le gusta tener dos de todo. Y tan importante es, que es la proposición principal sobre la que se articula el trailer. Pues bien, consejo a navegantes, aunque llegue tarde (para la próxima crisis valdrá): el empresario debe huir de esa tentación como de la peste. Ese dos de todo esconde múltiples significados, a cada cual peor.

  • Me gusta tener dos de todo significa que no quiero renunciar a nada, o que no se hacerlo (adicción, inmadurez, ponle nombre). Y ser empresario es saber elegir, escogiendo unas opciones y prescindiendo de otras. No se puede pretender abarcar todo. desde el punto de vista estratégico nos debilita, desde el financiero nos pone en el disparadero. No sabemos a que jugamos y nos estamos cargando de unos costes estructurales bestiales, cuando no dilapidando las reservas.

  • Me gusta tener dos de todo es la representación de la cultura del exceso, de la perdida de las referencias (que diría Botín). Fue famoso el grito de guerra de los venezolanos en Nueva York en la época de Carlos Andrés Pérez : tabaratogimetwo. Estoy seguro de que, en vuestros cometidos profesionales, habéis percibido esa sensación en los últimos años. Pues bien, es difícil cambiar el chip de la noche a la mañana, es difícil implantar la austeridad donde antes solo cundía el despropósito.

  • Me gusta tener dos de todo es un canto a la ostentación de la forma sobre el fondo, de lo accesorio sobre lo esencial, y en última instancia, un recuerdo de la creencia de algunos de que se puede crecer comprándolo todo, pensando que sus atributos nos harán mejores profesionales o personas. Grave error.

Es bueno aprender en cabeza ajena. O en el cine.

Más información|IMDB Enlace|Video original YouTube

Temas
Comentarios cerrados
Inicio