Un impuesto de sociedades al 15% mínimo para todas las empresas. No importa el tamaño, no importa cuantos beneficios tengan, se paga como mínimo este porcentaje, por muchas reducciones que se apliquen. Para la mayoría de las pymes parece una rebaja. Para algunas de las grandes empresas una subida de impuestos. Pero ¿es más justo un impuesto de sociedades al 15% para todos?
La realidad es que el tejido empresarial en España está compuesto fundamentalmente por pequeñas empresas. Sobre todo micropymes de menos de 10 empleados y compañías de menos de 50 empleados. A la hora de aplicarse deducciones y rebajar la cuantía del impuesto de sociedades tienen menos recursos que las grandes empresas.
Tampoco tienen en sus nóminas a expertos fiscales que les ayuden a optimizar y realizar las inversiones necesarias para no pagar tanto. El resultado es que al final acaban por pagar según el tipo que les toca. Por el contrario las grandes empresas logran reducir dicho tipo de forma significativa.
Pagan mucho, pero porcentualmente contribuyen mucho menos que la pequeña empresa. Y no es un problema que solo afecte a España, sino que es generalizado en toda la Unión Europea. Por eso este tipo único se quiere imponer en todas las empresas de la UE. Más todavía a nivel mundial con el impulso de la administración Biden.
Queda por discutir cuál sería el tipo mínimo. En España se ha propuesto un 15% en línea con lo acordado por el G7. Un café para todos que ayude a unificar la fiscalidad sin importar donde está localizada la empresa.
Y un movimiento interesante ya que muchas no podrán presionar para rebajar dicho tipo bajo la amenaza de irse a otro país, al menos dentro de la UE o alguna de las principales economías del mundo. Lo cierto es que no parece lógico que las empresas más pequeñas acaben pagando un porcentaje mayor que las grandes.