Cenas de empresa: nueve comportamientos inapropiados de responsables y empleados

Cenas de empresa: nueve comportamientos inapropiados de responsables y empleados
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Al final de año parece que la tradición marca que los empleados junto con los responsables de la empresa tienen que cenar juntos, hacer un poco de piña y reunirse en una ambiente más distendido de lo que supone el mercado laboral. Lo malo es que a veces se puede confundir cordialidad y un ambiente distendido en la cena de empresa dando lugar a comportamientos inapropiados de responsables y empleados.

Estos ambientes fuera de la oficina, donde parece que nos hemos quitado el corsé laboral, pueden dar lugar a más de un equívoco. Si esto lo sumamos al consumo del alcohol, comida y más alcohol, puede que la combinación sea más propicia para que algo salga más que para que llegue a salir bien. Muchas veces nos conformamos con poder mirarnos a la cara sin vergüenza al día siguiente.

Obligación de ir a la cena de empresa

No es obligatorio ir a la cena de empresa, menos aún si nos la tenemos que costear nosotros, pero lo cierto es que la no asistencia se puede entender mal. Por eso quizás lo más adecuado si por cualquier motivo no queremos asistir es buscar una buena excusa, ya sea con antelación o un poco antes.

Lo ideal es tener una justificación, que no debería ser necesaria pero muchas veces los responsables de las empresas se lo toman a mal si no vamos a estas cenas sociales. Podemos ser sinceros, pero a la larga no deja de perjudicarnos profesionalmente, así que mejor urdir una buena excusa para no asistir.

Controla la ingesta alcohólica

Empezamos las cenas con unas cervezas o unos vinos, si no hemos comido nada y vamos con hambre nos cae en el estómago vacío. Seguimos con el vino de la comida y una copa después. Si seguimos la noche serán unos chupitos y puede que unas cuantas copas más. Al día siguiente tienes un fundido en negro a partir del cual no recuerdas nada y sólo rezas por que no haya un móvil con pruebas gráficas de lo que sucedió.

En estos casos lo ideal es no ir en coche, si vamos a beber, aunque sea de forma moderada mejor volver en transporte público o que nos recoja alguien. Así tenemos una excusa para no alargar demasiado la noche. Por supuesto si nuestro trabajo depende de nuestro carnet de conducir más todavía, nada de alcohol en la cena de empresa.

Son tus compañeros de trabajo, estará ahí al día siguiente

La desinhibición social es parte de la cena de empresa. Al estar fuera del ambiente laboral, tendemos a ser más sociables o a mostrar otras facetas de nuestra vida privada que no exponemos de forma tan franca en el trabajo. Y al final no sabemos de forma clara donde están los límites entre la cordialidad y el mal gusto.

Todavía más si el que no entiende donde están estos límites es el jefe, que además implica que no se puede llevar una mala contestación por parte de los empleados o es complicado pararle los pies de forma elegante. Ser lo suficientemente educados como para pedir excusas si vemos que la broma no ha sido bien entendida o saber parar a tiempo evitará que al día siguiente en en la oficina se produzcan situaciones incómodas.

Cuidado con los bailes, no hagas sentir incómodos a los demás

Un ejemplo de esta cuestión pueden ser los bailes si se prolonga la noche o si en lugar de una cena convencional hay una copa en un local. Por mucho que suene la música de Nueve Semanas y media no debes tratar de imitar el baile. Tienes que tener claro que no estás con tus amigos, sino en un ambiente laboral.

Mucho menos todavía hacer que alguien se sienta incómodo porque has decidido ejercer de maestro de baile con ella o con él. Puede parecer descabellado si lo pensamos en frío, pero si se junta con el alcohol y la informalidad pueden hacer estragos. Lo cierto es que un comportamiento inapropiado puede hacer que después de esa noche tu empleados o tus compañeros no te miren igual.

Las bromas con el jefe tienen un límite

Otro clásico de estas cenas es hacer bromas a costa el jefe. Se puede hacer alguna broma, pero no ridiculizar hasta humillar al jefe. Son estas situaciones muy incómodas donde pensamos que estamos siendo muy divertido, quizás hasta lo seamos para nuestros propios compañeros, pero no tanto para el jefe.

No es el momento más apropiado para pedir un aumento

La ruptura de las estructuras y los límites de la oficina muchas veces nos da acceso a miembros de nuestra empresa que de otra forma no nos cruzamos más que en el baño, y a veces ni siquiera eso. Pero esto no implica que sea el momento adecuado para pedir un aumento de sueldo al jefe, y menos todavía si tiene una copa en la mano.

Evita las conversaciones políticas, especialmente estas Navidades

Estas Navidades tienen un componente especial, las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y este tema puede tener un componente más importante en las conversaciones de la cena de empresa. Pero como ocurre con otros temas, es mejor huir de polémicas que muchas veces pueden provocar una discusión que va más allá de un intercambio de opiniones.

Retirarse a tiempo es una virtud

En las cenas de empresa siempre hay un momento para tener una retirada digna. Siempre habrá alguien que proponga seguir la fiesta en otro sitio, que nos animen a tomar una copa. No tiene nada de malo si nos lo estamos pasando bien, el problema surge cuando nos lo estamos pasando "demasiado bien". Saber retirarse a tiempo en estos casos es una virtud.

Ser el loco de los selfies

Por último, está bien hacerse una foto de grupo para tener un recuerdo, pero estar toda la noche haciéndose selfies con todo el mundo... Si además al día siguiente hemos colgado todas estas fotos en las redes sociales, pues peor todavía. Lo cierto es que hoy con los smartphones siempre hay una cámara a mano y puede ser algo pesado.

La cena de empresa no tiene por qué ser un evento en el que nos lo pasemos mal, de hecho puede ser un buen momento para romper tensiones y suavizar el ambiente en el trabajo, hacer grupo y mejorar la relación y tomar fuerza para trabajar todos juntos de cara al año que viene.

En Pymes y Autónomos | Cómo sobrevivir a una cena de empresa

Imagen | Pixabay

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