La vida en tercios

La vida en tercios
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Es manifiesto que somos víctimas del modo de vida que nos han inculcado, que se resume en una sociedad de "-ados", especialmente hipotecados. Evidentemente, no es un logro alcanzado con méritos propios ya que se ha contado con la inestimable ayuda y connivencia del sector financiero.

Por todos es bien conocido que nuestra vida se basa en tercios, así nuestra jornada se distribuye en tres tercios, ocho horas para trabajar, ocho para descansar y ocho para disfrutar. Con nuestro dinero debería pasar lo mismo, un tercio para vivir, un tercio para ahorrar y un tercio para disfrutar. Lamentablemente, no es así, y esta norma tan básica a las entidades financieras se les olvidó aplicarla por completo y, en particular, a la hora de financiar viviendas, ya que una hipoteca no se debería conceder si la cuota excede de un tercio de la renta anual.

Todos conocemos casos de "macrohipotecas" que se han ido concedido a personas que excedían con creces los límites de riesgo que entra dentro de la normalidad, un caso generalizado venía siendo el de los trabajadores de la construcción que cobraban gran parte en "B", siendo su nómina el cincuenta del total que cobraban. Ahora, estos excesos están pasando factura, no sólo a quienes tienen esas hipotecas que exceden a su tercio para vivir, sino a los propios bancos (por mucho test de estrés que nos presenten, mejorado gracias al dinero público) y, por ende, al sector empresarial en general, que han visto como la financiación a sus negocios entraba en barrena.

Funcas ha elaborado un informe (PDF) en que analiza el endeudamiento institucional en España y que brevemente se resume en que gracias a los excesos inmobiliarios, financiación del sector inmobiliario y de el elevado endeudamiento privado (hipotecas) y hace dudar a los mercados de la capacidad del país para generar crecimiento, sobre todo, teniendo en cuenta que la inversión se ha paralizado y el consumo se ha contraído.

Por tanto, con este panorama, difícilmente va a haber una recuperación a corto plazo ya que hasta la deuda de las familias y del sector inmobiliario no se reduzca, lo que equilibrará los balances de los bancos y será entonces cuando comiencen a financiar la inversión productiva, aunque mi punto de vista, es que el sector financiero en España es donde más carencia de espíritu emprendedor hay y son manifiestamente tendenciosos a financiar el consumo antes que la inversión.

En Pymes y Autónomos | Los mimbres necesarios, ¿Es la deuda pública una restricción a la financiación? Imagen | ripkas

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