Así quedó la Ley de Emprendedores ¡cuánto se esperaba de ella y que canija se ha quedado!

Así quedó la Ley de Emprendedores ¡cuánto se esperaba de ella y que canija se ha quedado!
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El pasado 26 de julio se publicó en el BOE la Ley 11/2013 de medidas de apoyo al emprendedor y de estímulo del crecimiento y de la creación de empleo. La ya archifamosa Ley de Emprendedores ha visto definitivamente la luz defraudando las altísimas espectativas creadas a su alrededor.

Se pretendía crear un ecosistema que fomentara y apoyara la actividad emprendedora como factor clave para la recuperación económica de nuestro país y se ha quedado, como su propio nombre indica, en un conjunto de medidas, la mayoría aisladas y cortoplacistas que difícilmente cumplirán con los objetivos previstos.

Las medidas ya conocidas y algunas novedades

De la inmensa mayoría de las medidas ya hemos hablado anteriormente, como el criterio de caja del IVA, los autónomos de responsabilidad limitada o las sociedades limitadas de capitalización sucesiva.

Dentro de las novedades introducidas en la Ley con respecto al texto original nos encontramos con la extensión de la tarifa plana de autónomos a los mayores de 30 años. Se ha amplíado de 3.000 a 9.000 euros la deducción por creación de empleo para trabajadores con discapacidad y se crea una nueva deducción de 12.000 euros, a aplicar en el IRPF o en el IS, por cada persona de incremento del promedio de la plantilla de trabajadores con discapacidad en un grado igual o superior al 65%.

Se amplía la deducción a aplicar sobre los beneficios obtenidos por los pequeños inversores privados que aporten capital a nuevos proyectos emprendedores, que seguirá siendo del 20% pero se eleva el límite de la deducción de 20.000 a 50.000 euros. Eso sí, se limita la participación de cada contribuyente y sus familiares directos en la entidad hasta un 40%.

También se amplían las empresas que podrán beneficiarse de los incentivos fiscales por reinversión de beneficios. Inicialmente se limitaba esta deducción del 10% a las empresas con un volumen de negocio inferior a los 10 millones, ahora las empresas que superen este volumen de negocio podrán aplicar la deducción en el año inmediatamente posterior al que lo sobrepasaron.

Carencia absoluta de medidas estructurales

Todas estas medidas son meramente coyunturales, beneficios fiscales (escasos en algunos casos o de difícil aplicación en otros), alguna mejora en la creación de empresa que poca influencia va a tener en que los nuevos negocios sean más productivos y duraderos o incentivos a la contratación que pocas empresas aplicarán en un momento en que casi nadie está dispuesto a ampliar plantillas.

Ni rastro de medidas estructurales como rebajar los costes laborales o de crear un marco de contratación más favorable para las startups, de facilitar un modelo de retribución vía "stock options" o “acción de emprendimiento” para facilitar la atracción de talento por los emprendedores via retribución a sus trabajadores con este tipo de acciones, o de la compensación de las minusvalías derivadas de la inversión en proyectos emprendedores.

En cuanto a lo que respecta a la introducción de asignaturas que fomenten el espíritu emprendedor dentro de los plan de estudios del sistema educativo, evidentemente eso es cosa de la propia Ley de Educación, que por ahora no refleja nada de esto. De todas formas lo único que sería útil en este aspecto es promover un cambio cultural y eso no lo puede imponer una Ley.

En Pymes y Autónomos | Aprobada la Ley de Emprendedores, éstas son las principales medidas Imagen | SeedRocket_

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