Emprender en Zamora en mitad de la pandemia: cuentos infantiles y médicos ante un mesón

Emprender en Zamora en mitad de la pandemia: cuentos infantiles y médicos ante un mesón
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Emprender y pandemia parecen a priori dos términos incompatibles, pero a poco que estemos atentos a noticias positivas (que también las hay) encontramos casos de hombres y mujeres que dieron el paso. El paso de poner en marcha una librería en el pueblo de Zamora donde menos niños hay, o el de dos hombres que apostaron por ponerse al frente de un mesón, también en Zamora.

Mantener a flote un negocio durante este año ha sido una odisea. Comenzar un proyecto en mitad de restricciones y obstáculos es un ejemplo. El término 'reinventarse' en estas tres personas ha sido su leitmotiv diario. En el caso de la librería, vendiendo por Internet. En el caso del mesón: ofreciendo comida para llevar.

Hay sueños empresariales que se tiene que cumplir aunque sea en mitad de una pandemia

Pablo y su sobrino Manuel abrieron el 31 de octubre y sólo pudieron trabajar tres días. Aún sin tiempo para hacerse con clientes, tuvieron que echar mano de la creatividad y la alternativa fue preparar comida para llevar.

Pablo es murciano, se afincó en Zamora en enero del año 2006 junto a su mujer, cántabra y médico como él. Su ilusión era la restauración, y al enterarse de que los propietarios de su ahora mesón se jubilaban, no lo dudó.

En este proyecto también está su sobrino Manuel el cual se había quedado sin empleo, y aquí tenemos el ejemplo de que emprender no conoce barreras. Ver el lado positivo de la situación es fundamental; y los continuos cambios (debidos a la pandemia) les está sirviendo para acostumbrarse a su nueva vida laboral y aprender.

¿Médico y trabajar en restauración en la España vaciada? ¿Por qué no?

Hay personas que no han aprendido nada desde marzo. Salir más o menos fuerte depende de la personalidad del individuo en el caso de este médico, lo tenía claro desde hacía años. La restauración era algo más que una afición. El lugar elegido, ya contaba con una clientela consolidada, funcionaba. Solicitar una reducción de jornada en el hospital fue la solución para compatibilizar ambas ocupaciones.

Cargar a la hostelería el sambenito como culpable de la propagación de la pandemia me parece surrealista. Creo que es más importante reforzar servicios sanitarios y sociales, pero no cerrar y cortar brazos de la economía que son fundamentales en este país y en esta provincia en particular, porque es de las pocas cosas que hay”.

Abrir una librería infantil en la provincia con menos niños, Zamora

La joven escritora y emprendedora Sandra Alonso abrió 'Mis cuentos infantiles', una librería especializada en libros para niños. Tras una verdadera carrera de obstáculos, la joven maestra de Infantil y escritora vio su sueño cumplido de crear un espacio para los más pequeños lleno de historias.

También a consecuencia de la pandemia, su negocio no pudo abrir hasta el verano. Faltaban dos semanas para la apertura cuando se declaró el estado de alarma, pero decidió seguir adelante con su idea empresarial. Las dudas estaban ahí y los temores pero había que seguir. Apostó por Internet y como ya tenía experiencia por estar al frente de varios blogs escribiendo reseñas, parte del marketing digital lo tenía hecho.

Eso le permitió tener entre sus primeros clientes a amantes del libro infantil de toda España y no sólo de Zamora, que es la provincia española con menor tasa de natalidad en la última década, con 545 nacimientos anuales por cada 100.000 habitantes, según los datos del INE.

Ahora, una vez abierta la tienda física, ha descubierto que eso tampoco es un obstáculo insalvable, ya que a la librería infantil acuden padres y madres con sus hijos, pero también abuelos.

Estas dos historias, son sólo un ejemplo de la cantidad de soñadores con los pies en el suelo, que han trabajado duro durante la pandemia aunque no fuera el escenario ideal para iniciar un proyecto empresarial.

Imagen|Pexels

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