Durante 2012 la actividad emprendedora naciente se incrementó, si bien, se produjo una notable reducción de la disminución de la consolidación del emprendimiento, por lo menos, es lo que se indica según el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2012 que fue presentado ayer en Madrid. Este informe revela que la actividad naciente y la novel, que son las que se están poniendo en marcha y que han entrado recientemente en el mercado, han registrado aumentos interanuales del 1,1% y del 9,34% respectivamente, mientras que la parte junior o en consolidación ha sufrido una contracción del 34,5%, lo que supone una significativa mortandad de lo creado en los dos últimos años.
La consecuencia de esta prematura desaparición de actividades que estaban en consolidación es la falta de relevos empresariales y de autónomos para el tejido empresarial español consolidado, que se refleja en la disminución de la tasa de actividades que superan la fase emprendedora de 3,5 años. Esta tasa se ha situado en un 8,74% habiendo sufrido una variación interanual negativa del 1,32%.
No sólo hay datos negativos en lo referente a la supervivencia de proyectos empresariales, sino que además, la actividad emprendedora total (TEA) registra una disminución del 2% entre los años 2011 y 2012 que, aunque muy moderada, no evitará una nueva contracción de la actividad consolidada en el año 2013, ya que no se han generado suficientes relevos para cubrir el bache emprendedor derivado de la crisis.
Parte de la responsabilidad de estos malos datos del emprendimiento, en particular, de que no consigan salir adelante vienen determinados porque los proyectos emprendedores es porque la gente está emprendiendo por necesidad, de hecho, un 25,6% se ha generado por necesidad ante la falta de alternativas de empleo por cuenta ajena. Si bien, por otro lado, es evidente que predomina el emprendimiento por oportunidad (72,3% del total en el 2012), pero la crisis ha tenido como efecto la duplicación de la parte generada por necesidad, evolución que se ha dado también en otros países de la Eurozona, como Grecia, Irlanda o Portugal.
En definitiva, un análisis no demasiado halagüeño del emprendimiento que refleja la gran debilidad de la economía española sinedo una de sus múltiples maniestaciones su repercusión en el emprendimiento y las dificultades para que las start-ups se consoliden.
Imagen | Fotero En Pymes y Autónomos | Emprendedores