En los negocios, qué es mejor, ser liebre o tortuga

En los negocios, qué es mejor, ser liebre o tortuga
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Hay una frase muy célebre de Andersen en la que decía que

los cuentos se escriben para dormir a los niños y despertar a los mayores
.

Lo importante de las fábulas y los cuentos es que muestran la realidad y siempre muestran conclusiones muy certeras en forma de moraleja.

Hay una fábula de Samaniego "La liebre y la tortuga" que representa de una forma muy clara la actitud con la que podemos emprender nuestras iniciativas.

La liebre representa la velocidad, que, per se, no es una virtud negativa, pero que si no se emplea de la forma adecuada, es decir, sabiendo a donde se quiere llegar no sirve para nada y lo único que produce es confusión, exceso de confianza y nos lleva a subestimar a nuestos competidores.

La tortuga, por su parte, representa la perseverancia, la constancia y la paciencia. Cualidades todas ellas muy útiles en los negocios ya que un negocio exige establecerse objetivos y ser contantes en el empeño por alcanzarlos.

Hay que ser liebres en los períodos de crecimiento, en las decisiones rápidas para aprovechar oportunidades. Por el contrario, es necesario ser tortuga para la gestión, planificación y operaciones del negocio.

El ímpetu de la liebre debe ser acompañado por la constancia de la tortuga y el éxito radica en ser capaz de acompasar cada uno de estos estilos en el momento más conveniente. Ya que responden a necesidades distintas, en ocasiones, es necesario hacerlo rápido y, en otras, hacerlo bien.

Imagen| Michael Pollack En Pymes y Autónomos | La fortaleza mental del emprendedor

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