Durante un breve pero intenso tiempo, trabajé como correctora de estilo. Un trabajo difícil, a los que se dedican a ello de manera habitual mando una felicitación y hasta una reverencia. Requiere atención, paciencia, y una buena colección de libros y páginas en Internet donde consultar, porque llega un momento en el que dudas hasta de lo que sabes. El otro día, a raíz de un artículo donde utilicé el término 'naming' leí algún comentario respecto al uso en exceso de los anglicismos.
El español es un idioma rico. Pero por desgracia, en algunas profesiones se convierte en una costumbre emplear términos como: 'briefing', 'target' y similar. Cuando estudié publicidad reconozco que me molestaba el hecho de no llamar al pan, pan y al vino, vino. ¿A santo de qué venía lo de planning? Planning(voz i.) m. Conjunto de técnicas para conseguir el máximo aprovechamiento de los medios de producción de que dispone una empresa. O ahora 'personal branding'
Cuando echamos un vistazo al currículum vítae de algunas personas, no sé vosotros pero yo entorno los ojos y me quedo pensativa. Normalmente son aquellos que mezclan el idioma español con el inglés para definir a qué se dedican, y si no formas parte de su universo, puede que acabes creyendo que trabajan en la NASA, cuando probablemente sea un miembro de una honrada agencia de publicidad.
Con 'marketing' sucede lo mismo. Recuerdo que la profesora que nos impartió la asignatura nos dijo que en español se decía mercadotecnia pero que nadie lo empleaba, o al menos no la mayoría, así que a partir de ese momento comenzamos a hablar de marketing y metimos en el baúl de los olvidos nuestra definición.
El uso de términos en inglés, siglas,jerga o tecnicismos pueden causar cierto rechazo en nuestro lectores. Sobre todo si tenemos un blog donde hablamos sobre temas especializados y queremos llegar a mucha gente. Todos deberíamos hacer un ejercicio de empatía antes de escribir y pensar en la persona que nos va a leer. De hecho, en el libro de consejos sobre hablar en público, se sugiere huir de los tecnicismos y anglicismos cuando nos dirijamos a un grupo heterogéneo.
Pueden pensar de nosotros dos cosas: o bien que venimos de otro planeta o que estamos a punto de culminar el pico de la pedantería. Porque a fin de cuentas no se trata de demostrar que saber más, sino de llamar a las cosas por otro nombre y eso no tiene ningún mérito. Si hay que utilizar marketing, lo haremos, porque ya forma parte del 'imaginario colectivo', pero otro apunte, sin tilde en la 'a'. Un poquito de por favor.
Lo sé, nadie dijo que fuera fácil. Estudias, te preparas, y encima tropiezas con mil términos que no puedes sustituir por otros que significan lo mismo, siendo consciente de que tus amigos, incluso familiares te mirarán extrañados si se te escapa alguna palabra de ese tipo. Houston, estamos atrapados por los anglicismos, y lo peor, algunos se sienten especiales ampliando ese submundo.
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Imagen|Emilie Ogez