Las características de una empresa emergente o una startup son evidentes, un rápido crecimiento, intensivas en tecnología, de carácter innovador, escalables en su crecimiento, etc.
Pero, para muchos trámites, y sobre todo para la concesión de ayudas, acceso a financiación o de beneficios fiscales, no basta con tener estas características, sino que además debes tener un certificado que acredite a tu empresa como tal.
Aprobada la certificación de startups y empresas emergentes
Hace unos meses se aprobó la Ley 28/2022, de 21 de diciembre, de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, donde se establecen unos beneficios y bonificaciones a empresas con ciertas características.
En esa ley, se comentaba que se fijaría un sistema de acreditación que ha llegado ahora al aprobarse la Orden PCM/825/2023, de 20 de julio, en la que se establecen los criterios y cómo es el procedimiento de certificación de empresas emergentes y startups.
¿Qué se considera una startup?
El concepto de startup puede ser muy amplio, pero en el marco de esta normativa se consideran aquellas que:
- Sean empresa de nueva creación o de un máximo de 5 años desde su constitución y de 7 años en el caso de pertenecer a sectores como la biotecnología, energía, industrial, entre otros.
- Tengan sede social o establecimiento permanente en España.
- Tengan el 60% de la plantilla con contrato en España.
- Desarrollen un proyecto de emprendimiento innovador y escalable.
- No coticen en un mercado regulado ni que hayan distribuido dividendos.
- No alcancen un volumen de negocio superior a los 10 millones de euros.
¿Cómo es el proceso de certificación de startups?
Un emprendedor puede decir que tiene una startup, pero, si no está certificada por ENISA (la Empresa Nacional de Innovación), es como si no tuviera nada de cara a los beneficios fiscales o las ayudas.
Como decimos, la entidad que ha sido designada como certificadora en España es la Empresa Nacional de Innovación (ENISA), que evaluará las solicitudes, requisitos y características de las empresas con el fin de determinar su condición de empresa emergente y certificarlas como tal.
El proceso de certificación no tiene coste para las empresa que lo solicite, debiendo iniciar el trámite mediante la presentación electrónica de la solicitud de certificación por la empresa interesada en el portal web de ENISA, a la que se deben adjuntar la documentación referida a la empresa, tales como escrituras o cuentas anuales y responder a un formulario con aspectos claves del plan de negocio para ser evaluados. El proceso durará 3 meses como máximo desde la presentación de toda la documentación.
Los autónomos no pueden certificarse como empresa emergente, ya que solo se podrán certificar las empresas constituidas como sociedades de capital, las Sociedades Anónimas, Sociedades Limitadas o cooperativas en todas sus variantes.
Ser una startup certificada genera una serie de ventajas
Las principales ventajas a las que puede acogerse una empresa emergente o startup son las siguientes:
- Reducción del tipo impositivo del Impuesto sobre Sociedades al 15% durante los 3 primeros años desde el primero en que la base imponible sea positiva.
- Aplazamientos de deudas tributarias.
- Exoneración de efectuar los pagos fraccionados del Impuesto sobre Sociedades.
- Eliminación de determinadas tasas registrales para la constitución de una nueva empresa.
- Exoneración de la obligación de obtención del NIE en el caso de inversores extranjeros no residentes.
- Ampliación del importe de la exención, hasta los 50.000 euros anuales, en el caso de entrega de stock options a los empleados.
- Aumento de la deducción por inversión en empresas de nueva creación, incrementando el tipo al 50% y la base máxima hasta 100.000 euros.
- Impulso en la creación y desarrollo de entornos controlados de pruebas para validar la viabilidad e impacto de nuevos modelos en actividades reguladas.
- Facilidades para la prestación de garantías o pagos a cuenta en el caso de concesión de subvenciones.
La certificación de una startups es el trámite necesario para dar trasnparencia y seguridad jurídica, y que no pase los mismo con las deducciones por I+D+i del Impuesto de sociedades. Si tienes esta etiqueta podrás ser considerada como tal. Seguro que hay discrepancias en algunos de los criterios establecidos pero algún sistema hay que establecer.