La coexistencia de Windows y Linux en las empresas

La coexistencia de Windows y Linux en las empresas
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Uno de los principales inconvenientes para la adopción masiva de Linux en la empresa es la poca adaptación de los diferentes tipos de software que se manejan en la empresa, ya sea un CRM o un ERP, etc. La coexistencia de Windows y Linux en las empresas parece que se ve reducida, en el mejor de los casos a soluciones de escritorio del primero y servidor del segundo.

Muchas empresas han optado por soluciones de Linux en el servidor, fundamentalmente por razones de seguridad y economía. Los servidores gestionados con Linux se han revelado como una opción más segura que los gestionados con Windows. Eso no quiere decir que sean inmunes, también tienen sus problemas de seguridad, pero al ser un sistema minoritario es menos rentable el ataque a estos servidores que los gestionados por Windows. Por lo general, el servidor lo administra un técnico y por lo tanto nos da lo mismo buscar uno que lo gestione con Windows o con Linux. La distribución queda un poco a vuestro criterio, puesto que hay distintas alternativas. La que nos ofrece un soporte más profesionalizado y mejores opciones, por experiencia y gestión con la empresa es Red Hat, aunque últimamente, Ubuntu está prestando especial atención a este sector de las pymes.

Sin embargo en el entorno de escritorio todo se vuelve más complicado. Adoptar Linux para entorno de escritorio tiene un inconveniente cultural fundamental. La generación que hoy en día se encuentra en edad laboral se ha iniciado en el mundo de la informática con Windows, y ha sido este sistema y su sencillez el que ha logrado que muchas personas perdieran el miedo a los ordenadores.

Aunque parezca una cuestión sin importancia, lo mismo que aprendieron Windows pueden aprender a manejarse con Linux, no es tan fácil vencer esta resistencia cultural. Los usuarios de escritorio en la empresa no ven ventajas en la adopción de Linux y sin embargo ven grandes inconvenientes en el manejo de las nuevas aplicaciones. Todo se reduce a una buena adaptación y sobre todo a convencer a una parte de los usuarios que no utilizan ningún software especial.

No se trata de forzar al usuario que utiliza AutoCad a utilizar la aplicación equivalente en Linux, o al que utiliza Photoshop a utilizar Gimp. Pero se les puede dar la alternativa al resto de usuarios que no utilizan más que un procesador de textos y una hoja de cálculo. Estoy seguro que si utilizamos cualquier versión de Linux y lo "decoramos" como si fuera Windows y lo vendemos como una versión de empresas de Windows mucha gente no notaría la diferencia.

De hecho al final, los usuarios aprenden a utilizar determinadas aplicaciones, un navegador web, una hoja de cálculo o una aplicación de gestión de inventario. El entorno en el cual lo utilizan es un poco indiferente. Por eso el problema no está en Windows o Linux, sino en las aplicaciones que se utilizan en ambos sistemas. Utilizar uno u otro debería se indiferente para el usuario medio.

Si Linux quiere mejorar su cuota de mercado deberá mejorar la usabilidad del entorno de usuario. En este aspecto se ha avanzado mucho, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Yo lo he experimentado con usuarios que no son ni mucho menos avanzados, y para el 95% de su trabajo pueden realizarlo completamente bajo Linux sin mayor problema.

Al fin y al cabo acaban conectando con una aplicación para gestionarlo, y Windows queda en un segundo plano. Veremos como evoluciona esta cuestión, porque si no avanza en cuota de mercado en época de crisis dudo que lo haga cuando la situación económica vuelva a la normalidad. Tal vez mejorando la usabilidad y viendolo como un sistema operativo alternativo pueda mejorar, hoy por hoy muchos lo ven como un sistema que utilizan usuarios avanzados o técnicos y poco más.

En Tecnología Pyme | Razones por las que no triunfa Linux en la empresa

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