Una de las cuestiones que cada usuario debería tener en cuenta a la hora de mantener los datos con los que trabaja controlados y la privacidad de los mismos a buen recaudo es el bloqueo de los equipos informáticos. Se trata de mantener nuestro equipo y nuestras sesiones de trabajo bajo nuestro control, sin permitir que nadie acceda a los mismos cuando nos hemos levantado de nuestro puesto de trabajo.
Ya hemos hablado en alguna ocasión de por qué no debemos ceder nuestras claves o contraseñas. En este caso descuidar la seguridad de nuestros equipos informáticos puede suponer un grave daño para la empresa. Por eso creo que debería ser obligatorio para todos los usuarios el bloqueo cuando tienen un determinado tiempo de inactividad con sus equipos informáticos.
Imaginaros el caso de un trabajador descontento en la empresa, que llegado el momento decide aprovechar el descuido de uno de sus compañeros con el que no tiene buena relación que ha salido a desayunar y decide utilizar su equipo y la cuenta de correo de su compañero para enviar unos cuantos mensajes poco apropiados. ¿Quién es el responsable de este problema? Y esto sólo es un ejemplo.
Utilizar el usuario de un compañero para realizar tal o cual consulta, que una vez auditadas las entradas aparecerá, problemas con el cumplimiento de la LOPD, etc. Por lo general nos tomamos demasiado a la ligera las consecuencias que tienen la entrega de usuarios y contraseñas de acceso a determinadas aplicaciones.
Si no somos celosos en la custodia de los privilegios que nos da el usuario que nos han concedido no estamos cumpliendo bien con nuestro trabajo. No debemos dejar descuidado nuestro equipo, dejándolo bloqueado cuando nos levantamos del puesto de trabajo por cualquier motivo. Además no es mala política que los administradores de sistemas de nuestra empresa implementen un bloqueo automático una vez pasado cierto tiempo.
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