Reconozco que conocí Huffington Post a raíz de leer una reflexión de John Cusack (actor) cuando George Bush estaba en el poder en EE.UU. Recuerdo que me pareció un lugar curioso donde el mencionado Cusack entrevistaba, en su cocina, a Naomi Klein la autora de “No Logo”. Estos días el nombre del diario está en boca de todos por el lanzamiento de la versión española.
Lo dirige la periodista Montserrat Domínguez. Al principio me pareció buena idea que naciera otro medio de comunicación, pero mi gozo en un pozo cuando la respetable comunicadora confesó que los periodistas, blogueros y demás no iban a cobrar por sus servicos prestados. Eso sí, aparecer en el Huffington podía servir para enriquecer el curriculum y tener visibilidad.
El periodismo gratuito
Es complicado hablar de este tema, ¿está bien o está mal que la gente no cobre por escribir? Según la propia Montserrat, ellos ofrecen un escaparate para quienes quieran mostrar sus ideas sin compensación económica por medio, con el extra de la cantidad de lectores que obtendrá tu colaboración. No sé qué pensar. Parece que dadas las circunstancias actuales, sobre todo en el ámbito del periodismo con un alto índice de paro, esta noticia es entre buena y mala.
No te ofrecen trabajo sino un lugar donde mostrarlo sin más recompensa. No engañan, pero ¿hasta qué punto es ético que unos cuantos cobren por el esfuerzo de otros muchos?
Por un lado, el periodista ante la escasez de oportunidades de trabajar en una redacción, ahora elabora sus trabajos de forma aislada e independiente para vendérselos luego a distintas empresas editoriales, registrado en el régimen de trabajadores autónomos.
Frente a la crisis que está viviendo el sector, la imagen del periodista autónomo es una de las pocas que está encontrando acomodo en la actualidad. Ante el temor de las empresas a la hora de hacer contratos,no sólo a estos profesionales puntualizo, los periodistas freelance permiten editar formatos más baratos a la vez que pueden trabajar de forma independiente y colaborar con varios medios, cobrando eso sí.
El periodismo 2.0 es una oportunidad, y ser emprendedor y dedicarse al autoempleo es una buena alternativa
Defiende Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), es lógico que los periodistas, que han visto como su profesión caía en el desprestigio más profundo por el intrusismo de personajes populares, se sientan desprotegidos, y ante la falta de ofertas de empleo, decidan ir por libre. Una persona que ame esta profesión, debe sentir curiosidad, interés por compartir información, poco afán de protagonismo para cederlo a quien corresponda. Y de buenos redactores está lleno nuestro país.
Autónomos contra escritores por amor al arte
He colaborado gratis en un periódico mientras estaba en la universidad. ¿Mi público? los usuarios de la línea de autobús veinticuatro y treinta y cuatro. Cada quince días creaba un artículo y no había ni una fotito pequeña al lado del texto, solamente un nombre y un apellido.Nadie me conocía pero me daba igual. Resultaba conmovedor tener un compañero de viaje que leía mi pequeño espacio.
Echando un vistazo al Huffington Post español, he descubierto un artículo de Rubén Sánchez, el portavoz de Facua y periodista (eso pone en su perfil) Facua, como ya sabéis, es una asociación que defiende a los consumidores, previo pago por supuesto, aunque me acabo de enterar de que ahora su portavoz también es activista. Sin comentarios.Respetable.
Su artículo reflexionaba sobre el tema de los alquileres,los desahucios. En fin, una cuestión con la que todos estamos de acuerdo. Tema fácil con el que simpatizar. Pero ¿qué finalidad tiene su colaboración? Vender su empresa, captar clientes, es comprensible. ¿ Pero es ese el cometido de un periodista? eso ya no lo sé.
Colaborar o no colaborar
Yo también tengo un blog, y probablemente tú que estás leyendo estas líneas ¡seguro que escribes bien y tus artículos son interesantes! pero no eres conocido como el mencionado Rubén, eres periodista o has trabajado como tal, y apenas te lee nadie ¿quizás sea buena idea escribir para el Huffington Post? No cobrarás pero te verán, ganarás en notoriedad en la red, teniendo en cuenta que llegue a alcanzar mucho tráfico de lectores.
Admito públicamente que me ofrecí para colaborar en cuanto escuché a la directora en la radio anunciando la buena nueva; entré a Facebook busqué un enlace y lo hice. Pero después pensé, ¿qué hay detrás de esto? Necesito más información. Y me tropecé con denuncias de colaboradores en Estados Unidos, porque veían cómo la señora Huffington se enriquecía a costa de sus textos y enlaces a otros medios de comunicación. Sentí que sería como volver a escribir en el periódico de la universidad pero con otra condición, la de hacer más rica si cabe a esta señora.
La noticia de última hora es que han perdido la demanda. Como bien recoge El País, que también forma parte de la versión en español del diario ya que forma parte del grupo Prisa. Os invito a leer los comentarios de los lectores, en ocasiones resultan más interesantes que la noticia en sí.
Tal vez en unos meses cambie de opinión y sea una de sus colaboradoras. O tal vez no. Pero me encantaría conocer la opinión de todos esos periodistas autónomos que tienen sus gastos a fin de mes. Me gustaría conocer qué sienten cuando escribir no vale un euro,¿les gustaría ser leídos sin más? Es lo que dicen de los escritores, pero cuando escribir es tu oficio ¿es normal regalar tu trabajo?
Claro que las colaboraciones existen, y he redactado muchos artículos denunciando injusticias que no leía en medios locales, gratis sin cobrar un céntimo en mi blog, como cualquiera que respete la profesión y sepa que es casi una obligación hacer de puente entre algo o alguien que no tiene voz.
Todo esto del nuevo diario es muy confuso, quizás escriba un artículo sobre periodistas que están en paro,son autónomos y luchan a diario por trabajar en lo que saben hacer y a día de hoy colaborar no es suficiente. Por lo pronto tienen a siete trabajadores en plantilla, algo es algo. ¿El resto? están en esa reluciente vitrina virtual, cada uno por una causa (actores, catedráticos, políticos y anónimos).
Como a los gobiernos habrá que darles sus cien días. Pero acabo estas líneas recordando a todos los comunicadores que admiro, algunos conocidos, otros no y que derrochan talento, ¿es hora de hacerse autónomo o colaborar gratuitamente? Que cada uno escoja e incluso que compagine.
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Imagen|Alexandra LÃpez