Saber despedir y despedirse, una asignatura pendiente en la empresa

Saber despedir y despedirse, una asignatura pendiente en la empresa
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Con el tiempo me he dado cuenta de que muchas empresas tienen problemas para despedir a su personal llegado el momento. Y viceversa, cuando un empleado ha sido despedido o es el que se marcha muchas veces no sabe desvincularse de forma adecuada. Por eso creo que saber despedir y despedirse es una asignatura pendiente en la empresa.

Un ejemplo es la reciente oleada de despidos en una gran compañía como Deutche Bank donde muchos de los empleados se enteraron antes por la prensa que por su propia empresa de que serían despedidos. Reuniones en cafeterías, sobres con finiquitos y hasta luego Lucas. No es el único ejemplo.

Recuerdo una anécdota de una empresa con problemas que para despedir a sus empleados anulaba su tarjeta de parking. Cuando el trabajador intentaba entrar y la barrera no se abría, iba a pedir a la seguridad del aparcamiento que le facilitaran el acceso y eran estos los que le comunicaban que había sido despedido. Le dejaban entrar, pero solo para recoger sus cosas.

En otras ocasiones el jefe que debería comunicar el despido simplemente se da mus y pasa esta agradable tarea a otra persona que está bajo su supervisión. El marrón se lo come otro porque el que ha decidido dicho despido simplemente no quiere ponerse delante de la persona afectada y comunicárselo.

Incluso hay algunos que en el proceso de comunicación del despido se lo toman como algo personal. Especialmente si el trabajador no está de acuerdo con el mismo y rebate los motivos. O si no está de acuerdo con la indemnización que le corresponde y decide pleitear para lograr la que él considera que debe tener.

La empresa puede despedirte, pero si no te paga lo que te corresponde y se reclama. Cada parte defiende sus intereses y si no hay un acuerdo será un juez el que dicte sentencia para ver quien tiene razón.

Por último hay que tener mucho cuidado con hablar mal tanto de la empresa como de los jefes que hemos tenido, especialmente en las redes sociales. El mundo laboral es especialmente pequeño y nunca sabemos con quién podemos encontrarnos de nuevo al cabo de unos años. O si nos descartaron de una candidatura a un nuevo trabajo porque vieron estos comentarios en Facebook. No sería la primera vez.

Imagen | Tumisu

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