Por qué debemos respetar las vacaciones de los empleados y no podemos molestarles

Por qué debemos respetar las vacaciones de los empleados y no podemos molestarles
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Para muchos ha sido un año muy duro. Las vacaciones son más una necesidad. Un parón al que muchos estamos llegando casi en la reserva de nuestras fuerzas, tanto anímicas como físicas. No es fácil gestionar todo lo que nos ha ocurrido en el ámbito laboral en estos dos años. Y más que nunca es necesario desconectar. Esta es una de las razones más importantes por las que debemos respetar las vacaciones de los empleados y no podemos molestarles ni con llamadas, ni mensajes ya sean profesionales o privados.

Ya sabemos que en muchos casos es el propio empleado el que da pie a este tipo de contactos. Total, no pasa nada, ya que en muchos casos no han salido de vacaciones. Razón de más para intentar evitar estas llamadas puesto que es imprescindible que la desconexión sea efectiva y si no se produce un viaje, un cambio de ambiente y se mantiene el contacto laboral, en muchos casos es casi imposible.

Pero además hablamos de un derecho laboral. Hay que tener en cuenta que se puede sancionar a la empresa por el incumplimiento del derecho a la desconexión digital. No hay que llegar a estos extremos, pero en algunos casos, la dependencia de determinado tipo de trabajadores puede llegar a situar en un compromiso a la compañía. 

La vulneración del derecho a la desconexión digital tendría la consideración de infracción grave de la normativa laboral, con multas entre 626 y 6.250 euros. ¿Cuándo nos podrían sancionar? En el caso en que no se haya dejado claro que no existe obligación de contestar teléfono, correos o mensajes instantáneos. 

Esta desconexión digital como gimnasia mental es una fórmula necesaria para poder mantener concentración y rendimiento en la segunda parte del año, que no va a ser fácil. Y no solo la tienen que realizar los empleados, muchas veces es el propio jefe, el responsable el que no es capaz de delegar, de dejar unos días el control de la empresa en manos de otros. 

Y las posibilidades de conexión remota, de teletrabajo, de estar comunicado todo el tiempo, de hacer reuniones online en cualquier momento pueden hacer que muchos tengan la tentación de tener unas trabacaciones, un error que a medio plazo se puede pagar muy caro. 

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