La Seguridad Social evaluará las nuevas cuotas de autónomos para 2026 sin la ATA en la mesa de negociación

La Seguridad Social Evaluara Las Nuevas Cuotas De Autonomos Para 2026 Sin Ata En La Mesa De Negociacion
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Javier Ruiz

La negociación para fijar las nuevas tablas de cotización por ingresos reales de los autónomos para 2026 arranca con un obstáculo evidente: la ausencia de la ATA. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, dirigido por Elma Saiz, quiere abrir la mesa en septiembre con sindicatos y asociaciones como UPTA o UATAE, pero no contará con el respaldo de la patronal de Lorenzo Amor, que mantiene su palabra.

La ATA ya había advertido que no participaría en ninguna negociación mientras no se resolvieran los problemas detectados en la regularización de las cuotas de 2023, especialmente en casos de pluriactividad, societarios y colaboradores, ni se abordara el acceso a la prestación por cese de actividad, el conocido "paro de los autónomos".

"Sin soluciones, no hay negociación"

La ministra ha insistido en que habrá contactos "en las próximas semanas" para avanzar en la aplicación de la reforma de cotización por ingresos reales aprobada en 2022.

Sin embargo, la ATA se mantiene firme: según su presidente, seis de cada diez trabajadores por cuenta propia que cierran el negocio ven denegada la prestación por cese de actividad, una situación "inadmisible" en comparación con la protección de los asalariados.

Además, Lorenzo Amor ha apuntado en reiteradas ocasiones que se garantice un subsidio para mayores de 52 años en las mismas condiciones que los asalariados.

Hoy, este colectivo queda excluido pese a su vulnerabilidad en el mercado laboral. Tampoco se han resuelto los fallos en la interpretación de la norma sobre pluriactividad, que llevó a que muchos autónomos fueran incluidos en los tramos más altos, aunque ya cotizaran en el régimen general.

La vicepresidenta de la ATA, Celia Ferrero, también ha criticado la falta de tiempo para negociar. Con la regularización de 2023 todavía pendiente y otros problemas abiertos, considera imposible alcanzar un acuerdo antes de final de año. De ahí que la federación dé por probable que las tablas de 2025 se prorroguen en 2026, lo que mantendría las cuotas actuales.

¿Y si no hay acuerdo?

Si el Gobierno no consigue consensuar una nueva tabla con el resto de las asociaciones y sindicatos, la prórroga automática sería la salida más factible.

En pocas palabras, esto significaría que los autónomos seguirían pagando lo mismo que este ejercicio, con las mismas bases mínimas y máximas en función de sus rendimientos netos.

El problema es que esta parálisis podría tener consecuencias más allá del bolsillo de los autónomos. Según algunos analistas, España se arriesga a incumplir los compromisos adquiridos con Bruselas, ya que el despliegue completo del sistema de cotización por ingresos reales es una de las reformas vinculadas a los fondos europeos.

A su vez, el Ministerio ha recordado que existe un observatorio de autónomos para escuchar demandas y aportaciones, pero también ha evitado concretar si habrá cambios inmediatos en la prestación por cese de actividad. De igual modo, está sobre la mesa una mejora de esta cobertura, que podría incluir nuevas condiciones de acceso a partir de 2026.

Negociación abierta, sin consenso

La situación refleja la tensión permanente entre el Gobierno y la ATA. Mientras UPTA y UATAE han mostrado mayor disposición a participar en el diálogo, la federación de Lorenzo Amor insiste en que "primero se arreglan los problemas y luego se habla de nuevas cuotas". El riesgo, en la práctica, es que los autónomos entren en 2026 con la misma regulación vigente, sin avances en protección ni cambios en las cargas.

Además, la falta de acuerdo en esta materia se suma a otros problemas pendientes: la reforma fiscal (con la posible introducción del régimen de IVA franquiciado para autónomos que facturen menos de 85.000 euros), la revisión de deducciones como la del vehículo o la transición del sistema de módulos. Ninguno de estos cambios ha logrado todavía desbloquearse en la mesa de diálogo social.

En este contexto, la ausencia de la ATA en la negociación añade presión a un Gobierno que necesita mostrar avances antes de final de año. El desenlace podría ser, simplemente, más tiempo con las mismas cuotas y menos avances en derechos, prolongando una incertidumbre que los autónomos ven insostenible.

Foto: Cepyme/Moncloa

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