Hay más personas cobrando el paro que parados en nueve provincias españolas. Este es el efecto de los fijos discontinuos

Hay Mas Personas Cobrando El Paro Que Parados En Nueve Provincias Espanolas Este Es El Efecto De Los Fijos Discontinuos
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Javier Ruiz

El mercado laboral español va cerrando este verano con un patrón conocido: se acaba la temporada turística, y se traduce en la pérdida de casi 200.000 afiliados y un aumento de 21.905 parados en agosto. Sin embargo, el dato realmente llamativo no está ahí (si bien es el peor en más de un lustro), sino en la tasa de cobertura del desempleo, que alcanzó un 82,4 % a nivel nacional, la cifra más alta desde la pandemia.

En nueve provincias la estadística fue aún más sorprendente: hay más personas cobrando el paro que parados registrados. Es el caso de Almería (125,3 %), Huelva (135 %), Jaén (114,3 %), Baleares (114,3 %), Huesca (105,6 %), Teruel (105,2 %), Soria (107,5 %), Castellón (100,5 %) y Cáceres (102,5 %), según datos del SEPE recogidos por El Economista.

Un récord con trampa

La tasa de cobertura mide cuántos desempleados cobran prestación frente al total de parados con experiencia laboral y perceptores del subsidio agrario. Que supere el 100 % significa que el sistema de protección parece llegar incluso a más personas de las que figuran oficialmente como paradas.

El motivo está en la figura del fijo discontinuo. Ni más ni menos.

Estos trabajadores, habituales en sectores como el turismo o la agricultura, no aparecen como parados cuando están en inactividad, pero sí pueden cobrar prestación. El resultado es una distorsión estadística: el indicador refleja una mejora que no responde a una reducción real de la precariedad.

Un fenómeno que, tradicionalmente, se ha concentrado en Andalucía y Extremadura, donde los subsidios agrarios elevaban artificialmente la cobertura, pero que, tras la reforma laboral, que limitó los contratos temporales y generalizó el uso del fijo discontinuo, la situación se ha extendido también a las provincias más turísticas.

En Baleares o Castellón, por ejemplo, la cobertura se dispara cada final de temporada alta. Durante el invierno, miles de trabajadores fijos discontinuos pasan a inactividad y acceden a la prestación, aunque no figuren en las listas de parados.

El debate de fondo

El Gobierno defiende la figura porque aporta más estabilidad y derechos que los contratos temporales que sustituye. Sin embargo, tanto sindicatos como patronales han señalado la necesidad de revisar la metodología del SEPE para que la tasa de cobertura refleje la realidad sin “efectos ópticos”.

A nivel nacional, la tendencia es clara: la cobertura ha pasado del 70,4 % en 2024 al 76,3 % en marzo de 2025 y al 82,4 % este verano, cifras que muestran una mejora del sistema. Sin embargo, en las provincias con economías muy estacionales, el dato de más de 100 % responde más a un cambio de contrato que a un avance estructural.

Detrás de estas cifras están las pequeñas y medianas empresas que sostienen las economías locales en sectores como la hostelería o la agricultura. Su dependencia de campañas muy marcadas hace que el empleo fluctúe de manera brusca cada año.

El auge de los fijos discontinuos ha permitido que muchos trabajadores mantengan cierta continuidad de derechos, pero para las pymes implica una gestión más compleja de plantillas y, en algunos casos, mayores costes laborales.

En definitiva, que haya más personas cobrando el paro que parados no es tanto un “milagro” como una consecuencia de cómo se mide y de la transformación de la contratación en sectores estacionales.

En lo que respecta a las pymes, el verdadero reto sigue siendo el mismo: cómo mantener actividad, empleo y competitividad en un mercado que vive de las campañas año tras año.

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