Más allá de los fondos europeos: la economía española necesita el impulso de las reformas estructurales

Más allá de los fondos europeos: la economía española necesita el impulso de las reformas estructurales
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Íñigo Fernández de Mesa y Gregorio Izquierdo, Presidente y Director General del IEE, respectivamente han presentado el Informe semestral de Coyuntura Económica ‘Más allá de los fondos europeos: la economía española necesita el impulso de las reformas estructurales’.

En el Informe se señala que este año, 2020, pasará a la historia como aquel en el que se ha producido la mayor debacle económica jamás registrada en términos de caída de la actividad productiva y se espera que la evolución económica durante el próximo año esté muy condicionada aún por las medidas de contención y de la pandemia, así como por la expansión y efectividad de las campañas de vacunación de la población.

Recuperación económica a diferentes velocidades en los países

Para 2021 se espera una recuperación económica en los principales países, pero a diferentes velocidades, con diferencias sectoriales de envergadura y con notables riesgos a la baja condicionados por las posibles “nuevas olas” de afectación de la pandemia. No obstante, se ha de destacar que la reactivación económica estará respaldada por las políticas macroeconómicas.

La política monetaria llevada a cabo por los principales bancos centrales se mantendrá en términos ultraexpansivos y respaldará una provisión de liquidez que garantice que los recursos financieros sean suficientes para satisfacer las necesidades de la actividad productiva y el endeudamiento público, minimizando, a su vez, el riesgo de insolvencia. En cuanto a la política fiscal, esta mantendrá también un componente expansivo.

El Informe destaca tres componentes que podrían determinar la recuperación y el patrón de crecimiento de la economía mundial durante los próximos años.

  • En primer lugar, el grado de cumplimiento de las actuales previsiones dependerá, en gran medida, aparte de la gestión sanitaria, del grado de apertura de las economías y del libre comercio, la libre movilidad internacional de los capitales y de las personas.

  • En segundo lugar, se está realizando, por parte de la UE, un considerable esfuerzo por mejorar su competitividad a través de un plan ambicioso de inversiones y reformas estructurales que impulsen el crecimiento de la productividad y, por ende, del potencial del conjunto de la economía.

  • Y, por último, se han de destacar los elevados niveles de endeudamiento públicos alcanzados con motivo de la pandemia por un conjunto significativo de países.

Previsiones macroeconómicas para España

España ha sido uno de los países más afectados por la pandemia. De cara al cuarto trimestre, con el aumento de los rebrotes y la vuelta a las restricciones en algunos municipios o regiones, aunque estas están siendo mucho más suaves y localizadas que en la primera ola (la movilidad se sitúa en niveles similares a los alcanzados en junio), el avance del PIB será muy tenue e incluso no se descarta una recaída del PIB con respecto al tercero.

Con respecto a la evolución del mercado de trabajo, pese a que la aplicación de los ERTE ha posibilitado minorar, en buena medida, el impacto sobre el empleo (-7,7%) de la caída de la actividad en 2020, durante el próximo año no se producirá un crecimiento tan intenso en la creación de empleo (2,9%), entre otras razones porque los trabajadores en ERTE que vuelvan a la actividad no se verán registrados como aumento de la ocupación y las empresas están operando por debajo de su actividad productiva.

Retos y reformas para 2021 en la economía española

Los principales retos de la economía española de cara a 2021 serán, por un lado, que los niveles de deuda y déficit no se incrementen con la misma intensidad que en 2020 y que se lleve a cabo un aprovechamiento adecuado de los fondos provenientes de la Unión Europea.

Por otro lado, habría que evitar la adopción de políticas y medidas que sean un obstáculo para la recuperación de la actividad, o que dificulten aún más la supervivencia de las empresas viables, puesto que comprometería el crecimiento de 2021 y de los años venideros.

Desde el IEE se pide que se unan las reformas estructurales necesarias para ayudar a elevar nuestro crecimiento potencial, tanto en el corto como en el medio y largo plazo, que se deben de afrontar, tanto desde la vertiente macroeconómica como a nivel de estructura productiva y tejido empresarial.

Desde el punto de vista económico, caben destacar algunos desequilibrios que no son nuevos, pero que se han agudizado tras la crisis, como son la elevada tasa de paro, la consolidación presupuestaria, incluyendo la sostenibilidad del sistema de pensiones y el bajo crecimiento de la productividad.

Desde un punto de vista micro, es necesario aumentar el tamaño empresarial, ganar competitividad, mejorar el clima empresarial y afrontar los cambios estructurales que se avecinan, como la digitalización y la sostenibilidad medioambiental.

Imagen|Pexels

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