2020, el año que las empresas dejaron de creer en el optimismo ingenuo y los vendehumos
Reflexiones

2020, el año que las empresas dejaron de creer en el optimismo ingenuo y los vendehumos

El año 2020 dejará algunas enseñanzas a quienes han vivido subidos en la nube del optimismo irreal. Sobre todo, habrán aprendido que una empresa no sale adelante por asistir a una charla motivacional. Ni que los gurús de las frases hechas y que venden manuales para lograr el éxito en diez pasos son una solución sensata.

En el momento de la verdad, en mitad de una pandemia, con fallecidos, medidas de restricción de movilidad, con negocios cerrados, ERTE's, desempleo y una angustia generalizada, es cuando los verdaderos líderes se dejan ver, y son los que ofrecen soluciones en un contexto que nadie hubiera podido adivinar.

La actitud positiva en la empresa es necesaria, pero el liderazgo realista lo es más

El optimista ve ventajas y oportunidades donde el pesimista ve inconvenientes y dificultades, ¿quién no ha leído o escuchado esta afirmación? Este pensamiento erróneo que viene a decir que todo es posible, sólo ha contribuido a que se gestione muy mal el fracaso y la incertidumbre. Pareciera que las empresas debían contar con una mesa donde trabajar todos juntos y un futbolín para ser cool, sin esperar malas noticias.

El optimista realista no es un trabajador o un líder amargado, es una mente que busca soluciones

Lo valioso eran y son las personas. No tenerlas entretenidas como si el lugar de trabajo fuera su hogar o unos recreativos. Personas adultas, formadas y preparadas para cuando el viento no sopla a nuestro favor. Justo lo que estamos viviendo. El positivismo ingenuo sin una buena base construida, es sólo aire. Andamos escasos de profesionales realistas que solucionen problemas a diario.

Huir de 'expertos' en marketing, formación y todas las áreas que necesita una pyme

En todas las profesiones existen profesionales y otro tipo de perfil. Suelen destacar por varios rasgos comunes:

  1. Una página web donde leemos en cuántos medios de comunicación han aparecido.
  2. En cuantos congresos han aparecido y participado.
  3. Cómo su ebook ha sido o es número en ventas en una u otra área (siempre gratuito)
  4. Cuentan con miles de seguidores en redes sociales.
  5. En alguna ocasión les invitan a programas en televisión o internet y lo asocian a su calidad.

En un contexto como el actual, es fácil confundir a un profesional serio que lleve años en su campo, con este tipo de perfil que sólo busca ganar dinero y alimentar su ego. La transformación digital es primordial para la pyme en este momento. El dinero brilla por su ausencia, por lo que es muy importante buscar información sobre personajes que se ofrecen a solucionarlos la vida, a nivel empresarial.

La mayoría de frases brillantes para ayudar a tu empresa, las han sacado de un libro que se publicó hace veinte años

El talento está dentro de la empresa no fuera. El año en el que se apostó por la plantilla

Hombres y mujeres que han estado al pie del cañón durante los peores momentos de la pandemia, son los verdaderos gurús de la sabiduría. No necesitan subirse a un escenario y recibir aplausos, puesto que su discurso es silencioso y se llama: hacer tu trabajo ocurra lo que ocurra. El liderazgo empresarial debería poner el foco en esos empleados que han dado el 100% en el peor momento que pudiera atravesar su empresa.

Un señor o una señora que lanza un discurso de una hora o dos, con frases hechas y prácticamente llamando 'tontos' a los asistentes, porque la felicidad es sencilla y que ponen ejemplos que bien podemos encontrar en manuales de los años 40, no son tan bien recibidos como antes de la pandemia. ¿La razón? Quizás miramos más el dinero. Quizás, las noticias de 'estafa', 'pérdida de tiempo', son fáciles de encontrar en la red asociados a este tipo de personajes.

Si las empresas pensaran que el tiempo invertido (y el dinero, no lo olvidemos) es mucho y sin resultados y lo emplearan en apostar por profesionales anónimos pero que sabemos que van a responder, a la pyme le iría mucho mejor. Es fácil dejarse deslumbrar por un currículum. Lo que no resulta tan fácil es trabajar duro, en un segundo plano y obtener resultados.

Imagen|Pexels

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