Si funciona, no lo toques y el miedo a decidir paralizan a la pyme

Si funciona, no lo toques y el miedo a decidir paralizan a la pyme
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En muchas empresas cuesta tomar decisiones. A veces son las discrepancias entre los socios lo que impide avanzar. En otras simplemente es no querer equivocarse o se prefiere dejar las cosas como están. Pero el miedo a decidir paraliza la pyme en muchas ocasiones.

Pero no cambiar nada ya es en sí mismo tomar una decisión. Mantener el estado de las cosas indica que mientras la competencia está avanzando, está mejorando sus procesos, nosotros nos encontramos encallados en una empresa del siglo pasado, porque las cosas simplemente se han hecho así toda la vida.

Pero hoy en día los negocios no son como a finales del siglo XX. Todo cambia mucho más rápido de lo que creemos. En apenas unos años un gigante de la telefonía móvil como Nokia pasó de ser líder a la irrelevancia. Podríamos decir lo mismo de BlackBerry, por seguir con el ejemplo de la telefonía. Pero la realidad es que hay muchas otras empresas que no reaccionaron a tiempo cuando la ola del cambio empezaba a levantarse.

Y esto mismo ocurre en muchas pequeñas empresas, que no toman decisiones muchas veces por temor a equivocarse, porque creen que dejando las cosas como están van a seguir con su negocio. Y no es así, o nos anticipamos a los cambios, o reaccionamos a tiempo, o cuando queremos hacerlo ya hemos perdido clientes y capacidad financiera para adaptarnos.

Llegados a este punto si que corremos el riesgo de equivocarnos en nuestras decisiones ya sin margen de error. Porque decidir tarde implica en muchos casos quedarse sin tiempo para corregir el rumbo, tener que acertar a la primera. Y no todas las empresas tienen el músculo financiero necesario para poner en marcha los recursos necesario para estar seguros de no equivocarse.

Esto mismo le ocurre también a los autónomos con un agravante. Muchas veces el trabajador por cuenta propia está tan enfocado a ganar dinero, a facturar, que se lo olvida pensar qué rumbo tendrá su negocio o su trabajo como profesional dentro de cuatro años. A reciclarse o adquirir nuevas habilidades que le permitan competir con nuevos profesionales que se incorporan al sector.

Imagen | Ramdlon

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