Clases de personas que necesitamos en la empresa

Clases de personas que necesitamos en la empresa
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Hoy por hoy estamos viviendo una canonización de F.D. Rooselvelt. El padre del New Deal, el líder de su país en la II Guerra Mundial, está siendo tomado como una referencia por muchos, especialmente socialdemócratas y similares, en cuanto a la gestión de los asuntos económicos. A mi juicio, es un error, un tremendo error. Pero de eso no es de lo que quiero hablar en este blog dedicado a las pymes, no. Quiero atender a otros aspectos de su biografía que quizás tienen más importancia.

Cuentan que, cuando el Presidente norteamericano recibió al dictador nicaragüense Somoza en los EEUU, fue afeado por periodistas, que le afeaban el recibir así a un hijo de puta. El, con ese espíritu práctico, de la realpolitik que caracteriza a los norteamericanos respondió con una frase que ha quedado para la Historia:

...sí, es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta.

Es curioso. Los que alaban a Rooselvelt o bien desconocen, o bien se niegan a ver esta faceta del personaje. Y, sin embargo, creo que es bastante más atinada que un New Deal que dista mucho de ser lo que algunos pretenden. Sin duda (y estoy exagerando con el ejemplo histórico puesto), por mi experiencia, las organizaciones necesitan personas, gente, en pequeñas cantidades eso si, con mala leche, duras, etc…que pueden llegar a ser calificadas como el amigo del Presidente demócrata. Y sin ellas, es difícil sacar una organización adelante. Alguien debe hacer el trabajo sucio (insisto sucio, no ilegal).

Pensemos en el mundo del fútbol. Acordaros de Cruyff y su FC Barcelona. Los primeros años fueron duros. Ilusionantes pero sin grandes resultados. Creo que el cambio decisivo vino con el fichaje de Stoichkov. El propio Cruyff reconoció que su equipo, un grupo con muy buenas personas según afirmaba, necesitaba de alguien con malas pulgas…., un Hugo Sánchez. Y en estas llegó el búlgaro. Creo que, siendo conscientes de lo duro que resulta lidiar con estos perfiles(recordemos la fábula de la rana y el escorpión), es evidente que son necesarios.

Lo cierto es que todo esto me lo ha recordado este fin de semana un post de Bank Notes, en el que se cuenta el siguiente chascarrillo:

-Adivinanza: ¿Qué presidente de una gran empresa vasca, no financiera, tiene en su despacho madrileño un pequeño cartelito, enmarcado en un portarretratos y semioculto en una librería, con una leyenda en inglés que resulta sorprendente? “Toda empresa – se puede leer en el cartel – necesita tres personas: un soñador, un hombre de negocios y un hijo de puta”.

Yo pienso lo mismo. Es necesaria la ilusión, la visión del soñador, la capacidad de gestión de un manager, y el chico que haga los recados y no le importe mancharse por otros. Impecable la concreción de esta máxima.

¿Teneis de todo en vuestras empresas?

Si sois autónomos, ¿desarrolláis las tres facetas?

Via|Bank Notes
Más información|El Nuevo Diario
Imagen|Wikimedia

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