Si tu empresa tarda más de 60 días en pagar a un autónomo, no podrás acceder a ayudas públicas

Si tu empresa tarda más de 60 días en pagar a un autónomo, no podrás acceder a ayudas públicas
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Dentro de la Ley "Crea y Crece" hay un apartado de lo más interesante llamado, Medidas para luchar contra la morosidad. En él se recoge que las empresas que no cumplan los plazos de pago establecidos en la Ley de Morosidad no podrán acceder a una subvención pública.

Si la empresa tiene deudas pendientes con Hacienda o la Seguridad Social, será penalizada pero atención, a partir de ahora también los será si no paga a tiempo a un proveedor como puede serlo un autónomo.

Un trabajo listo en una semana para un cliente, se traduce en dinero al cabo de dos meses

Cuando trabajas por cuenta propia y un cliente (una empresa) decide cambiar su estrategia de pago y en vez de pagar a 30 días lo hace a 60 días, no sólo está jugando con el dinero de este trabajador, sino que provoca una falta de liquidez en el autónomo. 

Las empresas de menor tamaño y los autónomos son los que sufren en mayor medida el incumplimiento de los plazos de pago. Las grandes empresas cuentan con una posición de fortaleza frente al proveedor.

La creación del Observatorio Estatal de la Morosidad Privada, realiza un seguimiento y análisis de los datos de los plazos de pagos y promueve buenas prácticas. 

Entre sus actuaciones se incluye la publicación de un listado anual de empresas morosas.

¿Es esto suficiente? Basta con preguntar a cualquier trabajador por cuenta propia que espera y desespera durante dos meses para cobrar por un proyecto.

Los autónomos son vitales para sacar trabajo adelante de la empresa, pero no para pagar por su labor antes de 60 días

Por esta razón, es una excelente noticia que una empresa pueda estar al día con sus cotizaciones e impuestos pero si tiene deudas con sus proveedores, la mayoría, autónomos, no puedan acceder a cualquier subvención estatal, autonómica o local. 

Con la Ley "Crea y Crece" se pondrá fin a esta comparación que dejaba en un segundo plano al trabajador por cuenta propia y al que una empresa podía demorarse en pagarle el tiempo que quisiera sin que este hecho le afectara.

Los autónomos y las deudas que se contraigan con ellos, ante la ley, serán vistos al mismo nivel que las que una empresa pueda tener con Hacienda o la Seguridad Social.



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