El Plan PIVE 6: prorroga y picaresca

El Plan PIVE 6: prorroga y picaresca
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Una vez agotados los fondos del plan PIVE 6, y con el plan PIVE 7 en la hornada de los presupuestos del 2015, la congelación de las ventas antes del cierre del ejercicio no parece la mejor opción, por lo que el Consejo de Ministros de la próxima semana, parece que aprobará con efectos retroactivos desde el lunes 24 de noviembre la ampliación del Plan PIVE 6, según ha anunciado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

La edición actual del PIVE ya ha consumido la totalidad de los 175 millones de euros de presupuesto con fondos públicos. Y los Presupuestos Generales del Estado de 2015 incluyen ya una partida de otros 175 millones para un PIVE 7. El Plan PIVE esta siendo sin dudas, un gran éxito que esta contribuyendo a dinamizar el sector, pero no todo son luces, también tiene sus sombras, ya que la picaresca también esta pastando de los Presupuestos del Estado.

La picaresca del plan PIVE

Así las cosas, si no tenemos un coche para achatarrar en casa, podemos pedirle uno a Papa Noel, y se lo entregamos a los Reyes Magos para que nos traigan 2.000 euros (1.000 euros aportados por el Estado y 1.000 euros por las marcas o puntos de venta). Aunque en el caso de familias numerosas que compren un vehículo con más de 5 plazas y personas con discapacidad que adquieran un modelo adaptado dicha cuantía se amplia hasta 3.000 euros (1.500 de la marca y 1.500 del Gobierno).

El Plan PIVE tal y como esta diseñado actualmente no exige antigüedad en la propiedad, por lo que un particular puede comprar un coche que iba directamente al desguace por muy poco y beneficiarse después la subvención de entre 2.000 y 3.000 euros, la mitad aportada por los concesionarios y la otra mitad puesta por el Gobierno.

El único requisito es que los vehículos tengan como mínimo siete años desde su primera matriculación, por lo que inmediatamente después de comprar un coche se puede acudir al concesionario y recibir la subvención correspondiente, es más si se compra el vehículo en un desguace ya no hay ni que moverlo de allí, se pone a nombre del beneficiario, se da de baja y se hace caja con el plan PIVE.

No nos olvidemos que vivimos en la España del Lazarillo de Tormes, y la picaresca rápidamente busca los resquicios que deja la legislación para hacer negocio, pero si bien las ayudas al sector son una buena forma de dinamizar el sector, abrir las puertas al trapicheo de vehículos viejos con dinero publico, parece algo un poco extravagante, aunque no menos que la tributación de las cuotas de los socios de fumaderos de marihuana.

Imagen | José Ramón Fernández de la Cigoña

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