Hablamos en nuestro post anterior de la necesidad de evitar el riesgo, de transformarlo en incertidumbres y de tener control de estas a través de la planificación y de la gestión. Sin embargo, no podemos obsesionarnos con este tema, algunas de esas incertidumbres no van a desaparecer y podríamos caer en la parálisis por análisis.
El emprendedor debe reconocer que algunas incertidumbres críticas no se pueden resolver con una investigación más exhaustiva. Por ejemplo, los estudios de mercado, las encuestas pueden dar una orientación sobre la aceptación de un nuevo producto, o servicio, pero esa información no tiene mayor valor que el orientativo.
Debemos evitar retrasar el resto de los aspectos del lanzamiento de nuestro negocio por un análisis demasiado profundo de aspectos sobre cuyos resultados no podemos actuar. Los emprendedores deben centrarse en análisis profundos de asuntos que, razonablemente, se puedan resolver a través de las investigaciones que realicemos.
Debemos definir cuáles son los aspectos críticos de nuestro proyecto y determinar cuál es el grado de conocimiento que debemos de tener de esos aspectos para seguir adelante. Dónde está el umbral de incertidumbre a partir del cuál todos los análisis teóricos deben sustituirse por datos reales, que vamos a obtener con la empresa funcionando.
Hay que tener en cuenta que los procesos de análisis, planificación y gestión continúan siendo esenciales durante todo la vida de la empresa. La actividad de la empresa generará un feed-back cuyos datos servirán para continuar con esas tareas y esos datos, ya reales, servirán para detectar nuevas debilidades y fortalezas, corregir estrategias, eliminarán ciertas incertidumbre y generarán otras.
La actividad empresarial exije dinamismo, eso no quiere decir que se hagan las cosas con prisas y a lo loco, pero tampoco podemos caer en la pasividad. Por eso, la previsión y la anticipación puede servir para evitar que un problema nos paralice cuando ya hemos iniciado el recorrido, pero tampoco nos pueden hacer caer en la previsión excesiva que nos impida arrancar.
En Pymes y Autónomos | El control de la gestión empresarial, la asignatura pendiente
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