¿Cómo cobrar a un cliente el dinero que te debe y quedar como un diplomático?

¿Cómo cobrar a un cliente el dinero que te debe y quedar como un diplomático?
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El mayor temor de un autónomo o freelance es que llegado el día, tras la entrega de un proyecto, el cliente no pague. ¿Cómo cobrar a ese cliente nuestro dinero y quedar con un diplomático? Es surrealista, a nadie se le ocurre llenar la cesta en el supermercado y pagar con una sonrisa ¿verdad?

Pues hay personas, clientes, que no valoran el trabajo que se desempeña a través de la red. Son muy insistentes a la hora de pedir cambios y de ofrecer sugerencias pero desaparecen el día en el que han de pagar por tu labor.

Primera fase: Sugerir con amabilidad que no te ha pagado aún, ¿un despiste?

Hablar de dinero resulta incómodo para algunas personas. Incluso depende del país es un tema tabú. Y esta razón le sirve a muchos clientes a los que les cuesta recordar que deben una cantidad, el pagar.

Así que si no hemos pedido la mitad de los honorarios por adelantado, y han pasado unas semanas y no tenemos noticias de este cliente, la primera fase consistirá en enviar un correo lo más cortés posible, recordando que aún no has recibido el pago. ¿Se trata de un error del banco?

Segunda fase: Adjuntar documentación y refrescar la memoria sobre lo hablado

Documenta todo, alcance del trabajo o servicio y forma y manera de pago, evitemos los acuerdos verbales, si por tu negocio es así, envía otro correo electrónico al cliente con los alcances y pagos. Tal vez, sufra un episodio de amnesia.

Evitemos el emplear fórmulas del tipo: "Tiene que pagar", "Es usted un moroso" y frases semejantes que un profesional jamás diría. Elegante hasta el final, aunque se nos deba dinero y sintamos que se están riendo de nuestro esfuerzo, tiempo y trabajo.

Tercera fase: una llamada de teléfono a tiempo siempre es una victoria... ¿Siempre?

La opción de oír la voz es importante. Por correo electrónico somos capaces de hacer cualquier cosa (incluso no pagar) pero una llamada de teléfono algo que parece que no está de moda, torna el asunto en algo real y personal. Tú me debes dinero, yo te llamo para recordártelo.

De una manera cordial, de una forma elegante, pero si ignora tus correos y ya ha pasado un mes, es hora de tomar cartas en el asunto, y decir las cosas con claridad. Puede que un retraso sí se deba a un despiste, pero no creo que se le olvide comer todos los días... Por lo tanto, con firmeza, educación y sin temor, habrá que exigir el pago.

Incluso todos los días. De hecho, se puede llegar a escribir en cada una de sus redes sociales si fuera necesario, pero lo que sí está claro es que un cliente que no paga no es bienvenido ni a tu negocio ni a tu proyecto y, desde luego, no merece tu respeto pero sí tu saber estar.

Imagen|Pixabay

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