Cuando en plena campaña fiscal a muchos de los contribuyentes les dicen que una de las medidas que se han enviado a Bruselas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia es la eliminación de la opción de tributación conjunta, muchos no tienen más que revisar su borrador, cotejar lo que pagarían si tuvieran que realizar la declaración de forma individual y las cuentas no les salen. Por eso el Gobierno ha querido limitar los efectos de esta noticia aclarando que simplemente está en estudio.
Es una de las propuestas a revisar, dentro de otras muchas, que implica reordenar los incentivos fiscales para que no provoquen o aumenten brechas de género, entre otras muchas cuestiones. Y como en este caso son las mujeres mayoritariamente las que se quedan en casa, esta deducción favorable a la tributación conjunta se entiende que contribuye a aumentar dicha brecha.
En todo caso el Gobierno esperará el dictamen del comité de expertos que ha convocado, que como muy pronto tendrán conclusiones a principios de 2022, por lo que como muy pronto la reforma no se aplicaría hasta 2023 y tendría efectos en la declaración que se presente al año siguiente. Eso si no se descarta, no se incluyen periodos transitorios, etc.
Y teniendo en cuenta que ese año tocarán de nuevo elecciones veo muy complicado que esto se ponga en marcha. Porque afecta sobre todo a rentas medias, pero también a aquellos que tienen rentas bajas porque uno de los dos cónyuges trabaja de forma esporádica. Según la Airef, el coste total de este incentivo asciende a 2.293 millones, y los beneficiarios son 4,2 millones de personas, 2,1 millones de hogares.
Si vamos a ver como otras medidas también impopulares en materia fiscal se ponen en marcha, como un mayor impuesto al diésel se ponen en marcha. Veremos si no se sube el IVA a servicios como la hostelería. Va a ser necesario generar una mayor recaudación para reducir déficit y deuda generada durante esta crisis. Y esto va a implicar reducción de gasto en algunas partidas y más impuestos. Solo con el aumento generado por una reactivación económica no bastará. Y todos sabemos quién acaba al final pagando.