Javier Ruiz
La petición de cuentas claras y verificables ha colocado (por enésima vez) a los autónomos en el centro del debate fiscal.
La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) exige evidencias numéricas, metodología y acceso a la información que permita evaluar si el sistema de cotizaciones por ingresos reales está cumpliendo lo prometido en términos de equidad y sostenibilidad financiera.
El contexto es decisivo: desde 2023 se despliega por fases un modelo con tramos vinculados a rendimientos netos y regularizaciones anuales. Para 2025, las cuotas se mueven entre 200 y 590 euros al mes según ingresos, en la última etapa de la primera implantación trienal. Este marco, anclado en el Real Decreto-ley 13/2022, ha reordenado incentivos y expectativas en todo el colectivo.
Por qué pide transparencia ATA
ATA ha solicitado una evaluación exhaustiva con proyecciones de ingresos consolidadas hasta 2025 antes de sentarse a pactar nuevas tablas a partir de 2026.
La organización reclama, además, soluciones inmediatas para los errores detectados en la regularización, que afectan a la liquidación de cuotas del ejercicio 2024.
La prioridad declarada es garantizar que los datos oficiales permitan comprobar, con evidencia, el desempeño del sistema.
Cómo está funcionando el sistema
El Ministerio informó a finales de la pasada primavera, de la finalización del primer gran proceso de regularización, presentado como todo un hito de la reforma estructural.
En dicho ajuste, millones de cuotas se revisaron contra los rendimientos declarados, confirmando (según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y migraciones) la lógica del modelo. Y dejando aprendizajes operativos para las siguientes oleadas de verificación.
El objetivo declarado por la reforma es que la aportación sea coherente con la capacidad económica efectiva del trabajador por cuenta propia.
Impacto en la pluriactividad y casos sensibles
Uno de los puntos más controvertidos ha sido la pluriactividad, donde profesionales que combinan actividad por cuenta propia y ajena han denunciado sobrecotización sin mejora correlativa de prestaciones.
ATA ha canalizado quejas y recursos, y ha condicionado su posición negociadora a correcciones tangibles en estos supuestos. La experiencia de 2023 y 2024 sugiere que la casuística es compleja y que el ajuste fino requerirá criterios más homogéneos y comunicación temprana de resultados.
Qué datos deberían publicarse
Para valorar con rigor el sistema de cotizaciones por ingresos reales, ATA pide series históricas y metodología reproducible sobre recaudación por tramos, distribución de devoluciones y suplementos abonados, tasas de error en las regularizaciones y efecto real en protección social.
En paralelo, el Gobierno ha reabierto la negociación de las cuotas 2026-2028 con asociaciones y agentes sociales, mientras algunas entidades reclaman mantener las bases actuales hasta que se publiquen resultados completos y auditables.
Qué deben hacer los autónomos
En el terreno operativo, conviene anticiparse a la regularización con una contabilidad alineada con Hacienda, previsiones trimestrales realistas y revisión de los rendimientos netos esperados para ajustar el tramo con margen.
La combinación de asesoría especializada y control de tesorería ayuda a evitar tensiones de liquidez en el cierre anual.
Quien haya tenido variaciones fuertes de ingresos a lo largo del año debería aprovechar las ventanas para modificar la base, y quien esté en pluriactividad necesita verificar sus bases y topes para no incurrir en pagos que luego no se traducen en derechos.
Pendientes en comunicación y seguridad jurídica
ATA insiste en que el éxito del modelo exige campañas de información claras, simuladores oficiales actualizados y criterios estables entre Seguridad Social y Agencia Tributaria.
El sistema de cotizaciones por ingresos reales reduce discrecionalidad, pero su complejidad técnica puede generar percepciones de injusticia si faltan guías didácticas y un calendario de regularización acompañado de recordatorios, plazos y vías de reclamación bien señalizadas.
El refuerzo de la seguridad jurídica es, por tanto, tan importante como la cifra de recaudación.
Qué queda por delante en 2026-2028
La mesa para fijar el siguiente ciclo de cuotas avanza con el compromiso gubernamental de corregir disfunciones detectadas y mejorar la experiencia de regularización.
La discusión se centra en afinar tramos, proteger a rentas volátiles y clarificar los supuestos especiales.
Para ATA, el paso previo es cerrar el balance 2023-2025 con datos de rendimiento recaudatorio y de equidad que permitan demostrar que el sistema de cotizaciones por ingresos reales funciona para el conjunto del colectivo, y no solo sobre el papel.
El resultado de esa evaluación marcará, qué duda cabe, la credibilidad del nuevo acuerdo.
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