A la hora de financiar, centrémonos en las ventas

A la hora de financiar, centrémonos en las ventas
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En el repaso que estoy dando a la forma gestionar el circulante de una pyme, de financiarlo, toca un primer hito. Hay que establecer una primera clasificación que es fundamental, y en mi modesta opinión puede marcar el devenir de una empresa si nos e aplica y se actúa con rigor, salvo claro este, se trata de una firma con margenes abracadabrantes, sin fallidos, y con una fuerte demanda dispuesta a amoldarse a sus condiciones de cobro. Pero bueno, de esas conozco pocas, muy pocas. Ésto va para todas las demás.

Voy a intentar usar en este post los mínimos conceptos contables, buscando simplificar la explicación. No hablaré de grupos contables, de cuentas concretas, de...si luego alguno quiere concretar algo respecto a alguno de ellos, para eso están los comentarios. Y ahora, al meollo del asunto, al punto que debéis tener más claro.

Cuando hablamos de financiar algo estamos refiriéndonos a con que recursos vamos a soportar los gastos, los costes, etc, de la empresa. En el caso que estamos estudiando nos referimos a la financiación del circulante (oops, primer palabro financiero-contable), del día a día. Recordad que dejamos para otra ocasión la financiación del inmovilizado. Hablamos por tanto de como financiar la adquisición de las mercancías o de las materias primas, de los procesos de transformación de las mismas, de los gastos generales no vinculados directamente con la producción o comercialización, o bien desde otro punto de vista, de como financiar las ventas, los impuestos, etc...Recordemos que se trata de cubrir el desfase que hay entre que ponemos nosotros dinero hasta que logramos recogerlo (para los puristas, todo esto esta relacionado con el concepto llamado fondo de maniobra).

Y además de éso, tenemos que empezar a sacarnos de la cabeza la ecuación financiación=banco. Hay otros muchos financiadores, y cada uno debe asumir su papel. Empezando por el propio empresario, que debe ser el primer financiador de su empresa. Los proveedores, los clientes (estos en mucha menor medida, más bien son un lastre), determinados organismos públicos, etc., también se constituyen en otras fuentes de financiación.

Pues bien, mi recomendación es que a la hora de financiar separéis en un primer lugar las ventas de todos los demás conceptos. Debemos priorizar la financiación de las ventas, especialmente cuando recurramos al crédito bancario. ¿Por qué? Con las ventas estamos demostrando que la empresa funciona, que hay una actividad que tiene un fin, y que se ha ganado su derecho a ser financiado. Ese es el argumentario a usar con el Banco. Se trata de cantidades que cuentan con un vencimiento determinado, más lejano o más cercano en el tiempo, pero con un vencimiento X. En dicho sentido, también se asimilarían otras partidas en las que haya comprometido un ingreso futuro (subvenciones, devolución de impuestos. Cuando hablamos de ventas, el ideal consistiría en que te lo paguen al contado o incluso por anticipado, pudiendo jugar nosotros un papel buscándole la financiación al comprador, algo muy habitual en el comercio al detalle cuando actúa de prescriptor con financieras, pero bastante inviable en otros sectores.

Por otro lado tenemos todas aquellos cantidades que no se corresponden directamente con una venta cerrada. Me refiero a esa factura de teléfono, a ese aprovisionamiento de mercancía para aprovechar una buena oferta o por mantener un stock x, a los gastos de estructura desde un visión más genérica. Pues bien, y siento romperles el sueño a algunos, ese tipo de necesidades financieras no cuentan con el crédito bancario como el mejor aliado. Es más, si lo conseguimos, más que un favor lo que nos estarán haciendo es una tremenda XXXX. Más explicaciones, en próximos post.

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