Siempre se tiene en mente el recelo y desconfianza de los jefes hacia sus subordinados lo que les obliga a analizar su actitud y productividad en el trabajo de sus trabajadores.
Sin embargo, los empleados realizan la misma función con sus jefes y la encuesta de AP-GfK muestra que sólo un tercio confía en ellos.
¿Por qué los otros dos tercios de empleados desconfian de sus jefes?
- Carecer de una identidad propia
El liderazgo exige defender aquello en lo que se cree y buscar la mejor manera de trabajar y ganarse el respeto y la confianza de los empleados. Sin embargo, la mayoría de ellos pierden más tiempo en buscar un referente exitoso al que imitar que en buscar su propio camino. En otras palabras, si el jefe está perdido, el grupo también.
- La reputación
La mala reputación provocará prejuicios y reticencias, y las críticas a su labor le labrarán una mala imagen, dando como resultado un espiral de desconfianza.
- El egocentrismo
Si el jefe busca lograr méritos a costa de sus empleados y atribuirse un mérito personal poco merecido conseguirá que los empleados le vuelvan la espalda. La labor de un líder es coordinar al grupo para el logro de los objetivos establecidos no apropiarse los méritos.
- Ser incongruente
Trabajar con una persona que no sea consecuente con sus actos lo que acaba produciendo es que sus subordinados trabajen bajo la duda constante lo que perjudicará el logro de los objetivos. La falta de comprensión y empatía con los problemas de los trabajadores deshumanizará la organización y puede acabar en relaciones basadas en la desconfianza.
- Las falsas maniobras
Esto, lamentablemente, no es un comportamiento ajeno a la realidad empresarial. Los jefes que tras el velo de "la política de la empresa" lo que buscan es beneficiarse y protegerse a sí mismo antes que en sacar a todo su equipo adelante, perderán rápido la confianza de sus empleados.
- Mantener la distancia
Un líder tiene la batuta del negocio y debe trabajar con sus empleados. Cuando un jefe no se implica en su grupo de trabajo acaba por ser una voz que dicta órdenes y nada más, los trabajadores no se involucran y los resultados se resienten.
Un jefe debe ser transparente y cercano a los empleados para comprender sus necesidades particulares y las del negocio en general. Los empleados, por su parte, quieren saber que su trabajo es bueno y que su papel en la empresa es importante, esto permite hacer equipo y que se alcance el éxito.
Imagen| MontsePB En Pymes y Autónomos | Liderazgo y productividad, nuestra asignatura pendiente