Hace unos días se publicó el informe Doing Business de 2014, que elabora el Banco Mundial y muestra las dificultades para montar un negocio en los diferentes paises del mundo. Como cada año me parecen absurdos los comentarios alrededor de esta estadística porque no reflejan la realidad de emprender en España.
Ls conclusiones que se sacan en el estudio es que España ocupa el lugar 52 en el ranking de paises con mayor facilidad para crear una empresa, ha retrocedido seis puestos desde el año pasado, y se sitúa por detras de paises como Kazajstán, Rwanda o Malasia.
El estudio habla de facilidad en cuanto a los trámites necesarios para crear una empresa, pero no tiene en cuenta si esos trámites suponen una mayor seguridad jurídica y si la facilidad en crear la empresa se corresponde luego con una sencillez en la gestión del negocio una vez que ya está en funcionamiento.
Más allá del puesto en el ranking lo que realmente nos debe preocupar no es cuánto se tarda en empezar sino las condiciones y facilidades (o dificultades) que se encuentran las empresas que ya están en funcionamiento.
Y tampoco ahí podemos estar muy contentos. Por un lado por la sobrerregulación que sufrimos en materia fiscal, laboral y mercantil, que aumenta la complejidad en la gestión; por otro las empresas española soportan cotizaciones 8 puntos superiores a la media de la OCDE y no podemos olvidar que el tipo máximo del IRPF (52%) solo lo superan, dentro de a UE, Suecia, Dinamarca, Bélgica y Portugal y el tipo nominal del impuesto de sociedades tampoco está entre los más bajos (30%).
Y, por supuesto, tenemos el problema de la morosidad, ya que ni las Administraciones Públicas ni las grandes empresas cumplen con los plazos de pago establecidos por Ley, lo que añadido a la dificultad para acceder al crédito está agravando los problemas de liquidez de autónomos y pymes.
Por tanto deberíamos preocuparnos más por la "clasificación" de España en cuanto al funcionamiento de las empresas y no tanto en su creación. Es importante que sean fácil emprender, pero más que las empresas perduren.
En Pymes y Autónomos | La Administración sigue debiendo cerca de 5.000 millones de euros a pymes y autónomos Imagen | Amio Cajander