Tengo que renovar mi ordenador en la empresa, ¿portátil o sobremesa?
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Tengo que renovar mi ordenador en la empresa, ¿portátil o sobremesa?

Hasta no hace mucho en algunas organizaciones esta pregunta no tenía sentido. El motivo era muy simple, los empleados vivían pegados a su puesto de trabajo en la oficina. Fuera del mismo no se podía trabajar. La pandemia lo ha cambiado todo y ahora muchos dudan de si dotar a sus empleados de herramientas que faciliten la movilidad. Por eso a la hora de renovar el ordenador en la empresa, ¿qué elegimos portátil o sobremesa?

A favor del ordenador de sobremesa siempre han influido factores como un menor coste en equipos equivalentes, más facilidad para reparar, mejorar en el futuro o ampliar con nuevos componentes. A favor del portátil siempre ha estado la movilidad. Lo guardamos en la mochila y trabajamos desde cualquier lugar. Este punto era precisamente donde muchas empresas no le sacaban partido.

Un portátil para trabajar de forma cómoda en cualquier lugar

El equipo portátil también tenía en contra un par de factores. Una pantalla pequeña y un teclado y touchpad con los que muchos usuarios no se sentían cómodos. El portátil penaliza la productividad si vamos a pasar ocho horas delante del mismo. Pero no es nada que no se solucione con unos periféricos conectados, un pantalla de gran diagonal, pongamos 24" y un teclado y ratón convencionales.

Podemos añadir un dock, una base para el portátil donde dejamos todos los periféricos conectados y añadir más conexiones que pueden ser necesarias, como una conexión para conectar por cable, más puertos USB o más entradas para conectar varias pantallas.

El portátil es cada vez una alternativa más versátil para trabajar en las empresas

Esta combinación me parece la más equilibrada. Incluso si no tenemos que movernos mucho, es decir, iremos de la oficina a casa y poco más, la alternativa de un equipo Todo en Uno, con una pantalla con el ordenador integrado en su parte trasera es una opción atractiva. Fácil de llevárnoslo a casa si es necesario y no necesitamos añadir otros periféricos.

Por lo que respecta a la potencia y rapidez, hoy en día los portátiles no tienen nada que envidiar a los equipos de sobremesa. Hasta en las labores más exigentes de edición de video o fotografía tienen alternativas preparadas para sacar adelante estos trabajos.

El principal inconveniente suele estar en el coste, algo más caro, especialmente si no necesitamos adquirir el kit completo, ordenador, pantalla, teclado y ratón. Lo empezamos a amortizar en cuento lo sacamos de la empresa y nos facilita el día a día.

¿Dónde nos vamos a conectar para trabajar?

Pero no se trata solo de eso, ya que muchas veces nos conectamos directamente a nuestro equipo de oficina para trabajar desde casa. Si es el caso de nuestra empresa, el portátil no nos sacará del apuro. Será práctico si nuestra empresa trabaja en la nube, tenemos la opción de conectar a una sesión remota en nuestro servidor, es decir, no dependemos del enlace a nuestro puesto de trabajo habitual.

Una alternativa diferente en este caso, si el portátil solo va a hacer de visor de nuestro equipo de escritorio habitual es buscar equipos ligeros, pero que soporten el cliente con el que nos vamos a conectar. Podemos encontrar alternativas muy económicas, desde un Chromebook a un mini pc en forma de stick que conectamos a una pantalla en casa a través del HDMI, nos ejecuta el programa de conexión y no necesitamos nada más, ya que los recursos y rapidez dependen de la calidad de conexión o nuestro equipo de sobremesa.

Porque en muchos casos lo interesante es que la información no salga de la empresa, que se puedan ver datos, pero no traspasar entre diferentes dispositivos, menos si son de uso personal. Y hay que ser especialmente precavidos en el caso de manejar datos personales.

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