Tarjetas de visita, ¿por qué se resisten a morir en el entorno profesional?
Reflexiones

Tarjetas de visita, ¿por qué se resisten a morir en el entorno profesional?

No son tan habituales como antes, pero lo cierto es que las tarjetas de visita están lejos de desaparecer en los entornos profesionales. Parece mentira que en un mundo tan volcado en la tecnología como el actual, digitalizado en muchos ámbitos mantenga las tarjetas de visita como un vestigio del siglo pasado que se resiste a morir.

Pero lo cierto es que la tecnología no ha resuelto adecuadamente la necesidad de intercambiar los datos de contacto de una forma directa, ni siquiera incorporando NFC a las propias tarjetas. Estamos más conectados que nunca, pero no existe una aplicación universal, que todo el mundo utilice para mantener los datos de contacto de su entorno profesional.

Una cuestión pendiente para la tecnología

El smartphone que se ha convertido en nuestra herramienta multiusos no acaba de funcionar en este sentido. Diferentes sistemas, diferentes aplicaciones y una gran fragmentación de aplicaciones hacen que al final lo más cómodo sea facilitar la tarjeta de visita de toda la vida.

A pesar de redes sociales como Linkedin, el ritual del intercambio de tarjetas no se puede comparar a una petición para que nos incluyan en los contactos que nos llega a través del correo. Existe algo de complicidad en el intercambio de las tarjetas en un encuentro, en una feria profesional, que no es igual si se utilizan las redes sociales.

La complicididad en el ritual de intercambio de tarjetas no se ha suplido adecuadamente por la tecnología

O las aplicaciones de tarjetas de visita virtuales, donde existen muchas alternativas con grandes ventajas, ya que los datos se mantienen actualizados, pero que no acaban de cuajar en el mercado profesional. La tarjeta de visita no depende de la tecnología y esta cuestión, lejos de convertirse en su punto débil se ha convertido en su fortaleza.

Además la tarjeta al ser un formato físico sirve para fijar un recuerdo del encuentro mantenido. Si hemos agregado los datos de un contacto a nuestro tarjetero virtual o a nuestra red social profesional puede que no volvamos a contactar más con ellos. Es fácil que caigan en el olvido.

El simple hecho de tener que incluir los datos del contacto que tenemos en la tarjeta de visita nos ayudarán a recordar a la persona, su puesto o la empresa en la que trabaja. Aquí llegará el momento de la verdad, si se ha cogido la tarjeta por compromiso en una feria o realmente nos interesa profesionalmente.

Además ayudan a mejorar la imagen de nuestra marca y empresa. Una tarjeta cuidada, es como la página de aterrizaje de nuestro anuncio en Internet, el lugar al que llega un cliente y donde se hace una idea de cómo es nuestra organización y nos ayuda a ganarnos la confianza del cliente.

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Imagen | geralt

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