Hace unos meses, se hizo viral una noticia que narraba la historia laboral de Dolores Agra, propietaria de la lencería Marta, en el centro de La Coruña. A la edad de 14 años, Loli, que es como la conocían los vecinos comenzaba a rendir cuentas a la Seguridad Social y con 78 comenzaba a pensar en su jubilación.
De esta manera, esta mujer se convertía en la trabajadora con más tiempo cotizado en España, con 64 años a sus espaldas. Sin embargo, su pensión no fue correspondida, ya que, a duras penas alcanzaría los 1.000 euros tras toda una vida entre batas, camisones, pijamas, medias, calcetines y corsetería varia.
Sin embargo, y aunque la reclamación de esta trabajadora es moralmente aceptable, lo cierto es que es consecuencia del sistema de pensiones español. Cotizar durante más tiempo no va a subir la pensión, ya que todo depende de las bases de cotización que hayan tenido los trabajadores.
En el caso de los autónomos, y a pesar de que la edad media de jubilación es superior a la de los asalariados, su pensión es un 40 por ciento menor. Esto es debido a que el 85 por ciento de los miembros de este colectivo cotizan por la base mínima, de 944,40 euros al mes. Esto hace que la pensión resultante sea de unos 810 euros al mes, siempre que se cumplan los requisitos para acceder a ella.
Entonces, ¿para qué sirve cotizar durante más tiempo? En realidad, es necesario acreditar un periodo mínimo de cotización para poder acceder al 100% de la pensión, aunque evidentemente sin llegar al periodo de cotización de Dolores. En 2020, es necesario hay que tener al menos 37 años y 3 meses para acceder al 100% de la base reguladora de la pensión de jubilación
La pensión sube, aunque con límites
Seguir trabajando más allá de la edad ordinaria de jubilación tiene premio en forma de mayor pensión, aunque con límites. En concreto, por cada año adicional completo que se haya cotizado se incrementará la pensión en un 2 por ciento si se han acreditado al menos 25 años cotizados al alcanzar dicha edad. El incremento será del 2,75 por ciento si se acreditan entre 25 y 37 años cotizados, y del 4 por ciento cuando se acrediten más de 37 años.
Para la pensión mínima del ejemplo anterior, esto implica un aumento de entre 16 y 32 euros al año. Eso sí, en ningún caso la pensión podrá ser superior al límite máximo establecido en cada momento (para 2020, es de 2683,34 euros mensuales en 14 pagas, equivalentes a 37.566,76 euros por año).