El gran comercio como cliente del pequeño

El gran comercio como cliente del pequeño
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Puede parecer un título que lleva al equívoco pero el gran comercio puede ser un fuerte aliado del pequeño si se dan una serie de circunstancias. Y dado que la desaparición del comercio tal y como lo conocemos, es por desgracia, una realidad, ésta puede ser una salida: trabajar juntos.

El pequeño comercio llega hasta los últimos rincones. Eso se ve por ejemplo, en las poblaciones rurales, en las que las distancias, los costes de transporte, las diferentes formas de actuación y otros factores son un elemento que condiciona el acceso de la población a los servicios del gran comercio.

El comercio grande tiene los mismos problemas que el pequeño

Muchas grandes empresas, a pesar de su tamaño, no llegan a cubrir con la intensidad deseada toda la zona. Abren un centro, o varios, enfocados a puntos concretos.

Las características sociodemográficas de la población varían de unos distritos, barrios, o entre el centro y las localidades de la periferia. Habría posibilidades de expansión hacia nuevos públicos, pero no es sencillo llegar a todos.

¿Cómo pueden colaborar el pequeño y el gran comercio?

Emplear pequeños comercios como puntos de enlace con el cliente, tanto físico como electrónico, puede ser, en determinados casos, bueno para ambas partes.

Estas son algunas de las labores de enlace que pueden realizar los pequeños comerciantes, según las necesidades:

  • Tramitación de envíos.
  • Puntos de entrega.

  • Lugar de prueba.

  • Gestión de devoluciones

El pequeño comercio tiene recursos como espacio, personal, contactos, experiencias, etc. que no siempre están utilizados en todo su potencial. Abrir una tienda de cualquier tipo implica inversiones importantes para adquirirlos.

Ofrecer a las grandes empresas parte del uso de esos recursos da estabilidad al pequeño comercio. La demanda se vuelve más regular y las oportunidades y herramientas de crecimiento se observan con menos riesgo.

El gran comercio puede prestar muchos servicios al pequeño. Un ejemplo lo están constituyendo los marketplaces, una forma común de acceso de muchos pequeños negocios al comercio electrónico. Aunque no siempre sea oro todo lo que reluce.

Abrir puertas para el pequeño comercio, con sus luces y sus sombras

Hay que ser precavido si hablamos desde el punto de vista del pequeño comercio, si lo que nos ofrecen es vender a través de su grandes plataformas, puesto que si bien se vende, y se llega a más consumidores, las pérdidas pueden ser también enormes (devoluciones, etc.)

La colaboración entre el pequeño y el gran comercio es una oportunidad para ambos, para el desarrollo del sector y para el impulso de la economía en general, pero siempre haciendo cuentas si estás en el lado del comercio más pequeño, ya que arriesgas más.

Imagen|Pixabay

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