Los profesionales autónomos también descansan

Los profesionales autónomos también descansan
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Ser tu propio jefe tiene enormes ventajas, pero también algunos escollos. Uno de estos últimos se refiere a la organización del trabajo y los descansos. Un profesional autónomo es, en la práctica, una empresa ‘unipersonal’ y eso implica que se deben cubrir todos los frentes. Lo que podría ser un reto interesante, se puede convertir una trampa que desemboque en un trabajo de jornadas laborales interminables, sin descanso. Y en este punto hay que aclarar algo: no es mejor profesional el que no dedica ni un minuto de su tiempo a su familia o a desconectar.

Pérdida de clientes, mala imagen externa, problemas de organización... Son sólo algunos de los temores que puede llegar a albergar un profesional autónomo cuando se enfrenta a la nada fácil tarea de organizar su tiempo para poder disfrutar de momentos de desconexión, diversión, relajación... Caminar en muchas ocasiones implica tomar decisiones y no todas son sencillas.

No se trata de imaginar un mundo ideal de jornadas laborales escasas y muchos días libres. Eso no casa con una carrera por cuenta ajena en el 99% de los casos. Sería engañarse al solitario. Pero sí hablamos de establecer descansos con los que recuperar la frescura, energía y creatividad necesarias para impulsar tu propio negocio, de fijar momentos que pasar con la familia y el entorno cercano, de programar espacios de tiempo para disfrutar.

El "arte" del descanso

Y para ello, hay que entender que, como decía el escritor estadounidense John Ernst Steinbeck, “el arte del descanso es una parte del arte de trabajar”. No hay que sentirse culpable cuando uno fija esos tiempos de desconexión. No hacerlo no conllevará, en el largo plazo, un negocio más eficaz y rentable. El estrés y el cansancio físico no permitirá rendir al máximo y focalizar en los objetivos imprescindibles de la ‘empresa unipersonal’.

Y muchos profesionales se preguntarán cómo se consigue eso. Es complicado, pero debe ser una aspiración del día a día. Establecer rutinas de trabajo y ‘acostumbrar’ a los clientes a ellas, sistematizar al máximo el proceso de trabajo, delegar o externalizar (en la medida de lo posible) las tareas que absorban una cantidad de tiempo inasumible, apoyarse en otros profesionales. Pueden ser sólo algunas de las medidas a tomar para lograrlo. Ni son principios absolutos, ni fórmulas mágicas. Cada uno debe encontrar sus propias soluciones.

Ni la tecnología (siempre conectado), ni la forma de organización intrínseca a una carrera por cuenta ajena en una ‘sociedad unipersonal’ allanan, precisamente, el camino hacia una vida donde la desconexión exista y el tiempo con la familia no sea una utopía. Pero, hay que intentarlo porque, aunque a veces se vea demasiado complicado, los autónomos también descansan.

En Pymes y Autónomos | El movimiento slow en nuestro trabajo diario: ¿Es una utopía?, Seguimos sin aprender que a más horas, menos productividad Imagen | Dani_vr

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