Basta ya de hablar, hablar y hablar. Basta ya de decir que de mañana no pasa, que mañana dejamos ese trabajo, que finalmente nos establecemos como autónomos o que mañana vamos a montar la empresa de nuestra vida. ¡Basta!, no lo digamos, hagámoslo y después digamos lo que hemos hecho.
Existe un dicho que dice que “por la boca muere el pez”, y por la boca se pierde el alma, la fuerza y la dignidad añado yo. Y es que no hay cosa peor que estar día tras día, año tras año, diciendo que haremos y seguir siempre anclados en nuestra fracasada vida de siempre (y encima entonces tenemos el valor de quejarnos de ella).
Nadie dice que tirar siempre todo adelante sea fácil, nadie dice que no surjan dudas o que no sean legítimos los temores. Lo que digo es que está muy bien decir y planificar, ¡pero siempre que ejecutemos! Pues de no ser así, ¿de qué nos servirá hablar por hablar?
Y es que no existe mayor fracaso que el fracaso de no haberlo intentado. Y peor aún, no existe peor fracaso y dolor que el vivir anclado en la propia mentira, que el a través de la palabras creerse que ya hemos conseguido lo que ni siquiera hemos empezado.
No hay peor fracaso que a través de las palabras querer crear una imagen, querer que nos crean que somos aquello que decimos hacer, cuando en realidad no somos ni una triste sombra de lo que queremos ser (y no lo neguemos, interiormente sabemos que es así).
En Pymes y autónomos | ¿Éxito? , ¡el éxito está en ti! Imagen | Susonauta