"No es broma. Amador de La que se Avecina ha sido mi coach y ejemplo perfecto para buscar empleo"

"No es broma. Amador de La que se Avecina ha sido mi coach y ejemplo perfecto para buscar empleo"
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HOY SE HABLA DE

Si digo Amador Rivas seguro que te viene a la mente el mítico personaje de La que se Avecina, interpretado por Pablo Chiapella. En la primera temporada, Amador era contable y junto a Maite, llegó a Montepinar como ejemplo de profesional de éxito.

Pero los guionistas decidieron que Amador Rivas debía probar las mieles del fracaso tanto en el ámbito laboral como en el personal. Y como de todo se aprende hoy os demuestro que desde el humor también podemos extraer lecciones. ¡Ay, mai! ¿Ahora también se dedica al coaching?

Mente fría si buscamos empleo

A lo largo de dieciséis años, primero en Montepinar y ahora en Contubernio 49, el actor Pablo Chiapella nos ha dado momentos para la risa, pero también para la reflexión. ¿Cómo es posible que tras perder su trabajo en el banco y sin experiencia en otro sector, Rivas no tire la toalla?

Para empezar, destaco su actitud. Tras su divorcio deposita toda su energía en ligar - que también requiere esfuerzo- pero no se le caen los anillos y su primer trabajo es de barrendero. Es optimista por naturaleza y si tiene un sueño - por absurdo que sea- va a por él.

Una de las frases tan motivadoras como históricas: "¿Qué somos leones o huevones?" podría sustituir perfectamente a la icónica imagen de Rocky subiendo las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia.

Y es que Amador no conoce ni la vergüenza ni sus propios límites. Lo del síndrome del impostor, no va con él. No hay más que recordar su trabajo plastificando maletas en el aeropuerto. O sus intentos por aprender inglés.

Probar en otros sectores

Seguro que has oído en alguna ocasión que no es positivo eso de poner en el currículum todos los trabajos en los que has estado. No da sensación de estabilidad, pero tal y como está el panorama, lo normal es ir de uno a otro.

Si repasamos los empleos de Amador, comprobamos que representa a muchos españoles que no les duelen prendas en probar, perder y volver a perder un trabajo:

  • Masajista.
  • Basurero.
  • Guardia Jurado.
  • Bombero.
  • Vendedor de aspiradoras.
  • Jefe de una asociación benéfica.
  • Stripper.
  • Vendedor de colchones.

Todo vale con tal de llevar un sueldo a casa, e incluso somos testigos de que necesita compaginar hasta tres trabajos para salir adelante. ¿Os resulta familiar?

Nos sale una carcajada cuando le vemos meter la pata en el restaurante mexicano porque está muerto de sueño. Pero ahí va otra lección: querer es poder, aunque como vigilante nocturno te dediques a dormir porque la vida no te da para más.

Resiliencia ante las adversidades mientras buscas empleo

No quiero hacer spoiler, pero en esta última temporada, Agustín (Carlos Areces) le obliga a ir al hospital y le detectan un problema de salud un tanto peculiar que podría resolver su futuro.

No creáis que su lema: "Si no tengo ganas de nada, ¡más que de morirme!" salió de sus labios. Al revés, con una edad en la que en el mercado laboral te miran de reojo decide que ahora más que nunca quiere trabajar. Misterios de Amador.

Con más o menos cerebro quiere ser emprendedor, y a la vez, hace Networking (a su manera) con el ex de su ex para que le readmita como vendedor de colchones.

¡Cualquier cosa menos sentirse un inútil! Si no lo vemos en breve en una de las charlas TED, poco le falta. Su mensaje en 2023 es: "¿Cómo que yo no puedo?".

El desempleo es un tema muy serio y con una sonrisa no tenemos más puntos para que nos den el trabajo de nuestros sueños. Pero su disparatada actitud resulta motivadora cuando suena el despertador.

Con humor se sobrelleva mejor tanto la búsqueda de empleo, como uno en el que no terminamos de encajar. Al fin y al cabo ¡Yo quiero la moto!

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