"Nos quedaremos sin trabajo" es la frase más empleada desde que la inteligencia artificial (IA) irrumpió en nuestras vidas. Asistimos a cambios como ocurrió con la llegada de ChatGPT, una máquina del infierno - o del cielo, depende del usuario - que lo mismo redacta un artículo que genera una imagen casi perfecta.
¿Pero es real que vayamos a ser sustituidos por la inteligencia artificial? Parece que hasta su propio creador lo tiene claro: Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, "cambiará el mundo mucho menos de lo que todos pensamos", afirmó recientemente en Davos.
¿Es rentable aplicar la inteligencia artificial en todos los trabajos?
Como cada vez que aparece un elemento que sacude el día a día de los seres humanos, aparecen los escépticos y, por otro lado, los catastrofistas.
Mucho se ha especulado sobre papel de la inteligencia artificial y su repercusión negativa al asociarla a eliminación de puestos de trabajo por la mejora de la productividad.
Ha sido desde el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) donde los investigadores han plasmado en cuarenta y cinco páginas: Más allá de la exposición a la IA: ¿Qué tareas son rentables de automatizar con visión por computadora?
“Las máquinas nos robarán el empleo” es un sentimiento que se expresa con frecuencia en tiempos de rápida evolución tecnológica. Esta ansiedad ha resurgido con la creación de grandes modelos de lenguaje (por ejemplo, ChatGPT, Bard, GPT-4) que muestran una habilidad considerable en tareas en las que antes sólo los seres humanos demostraban competencia."
"Pero si esa cantidad de automatización se produjera lentamente, entonces la mano de obra podría adaptarse como lo hizo durante otras transformaciones económicas (por ejemplo, pasar de la agricultura a la fabricación).
Por lo tanto, tomar buenas decisiones políticas y comerciales depende de comprender con qué rapidez se producirá la automatización de tareas de IA."
Todos los trabajos no corren peligro de desaparecer porque un robot es caro de mantener
La investigación analizó y se centró en aspectos prácticos como la sustitución de la mano de obra humana por inteligencia artificial en trabajos de Estados Unidos en los que se utilizaba el ordenador (profesores, panaderos, tasadores inmobiliarios). El estudio concluyó que sólo el 23% del salario de estos trabajadores podría sustituirse de forma rentable por IA.
De hecho, se tardarían décadas en conseguir que estas tareas llevadas a cabo por personas resultaran económicamente eficientes para una empresa.
Siendo aún más claros: El estudio, financiado por el MIT-IBM Watson AI Lab, utilizó encuestas en línea para recabar información sobre unas 1000 tareas con asistencia visual en 800 ocupaciones. Se descubrió que, en muchos casos, resultaba más caro instalar y mantener sistemas de IA que un humano realizara las mismas tareas.