Desde que comenzó la crisis económica parece que como única receta mágica exista el ser emprendedor. ¿Es la solución para todos los desempleados?
Un emprendedor, es algo más que una brillante idea y con ello, un éxito que llega con esfuerzo, pero llega. La realidad nos dice que nueve de cadas diez empresas relacionadas con las nuevas tecnologías se hunden.
El problema viene por parte de la clase política que se ha permitido aconsejar y fomentar el que todos los ciudadanos fueran emprendedores como solución al paro estructural.
Que alguien decida iniciar un proyecto debe ir de la mano de varios elementos:
- Una buena idea
- Disposición de capital
- Atraer a los grupos de capital de riesgo
- Poseer ciertas habilidades
No todo el mundo puede ni debe ser emprendedor. Puedes tener el capital pero no poseer una buena idea. Puedes recibir apoyo externo de inversores y gestionar mal el capital.
Si partimos de la base en la que se poseen esos cuatro elementos, distinguimos ciertas características en una persona que sí podría ser emprendedor:
- Se adapta bien a los cambios
- Le gusta asumir riesgos
- Es sacrificada
- Competitiva
- Flexible
- Confía en lo que hace y en sí misma
- Posee curiosidad
- Tiene iniciativa
- Es persistente
- Responsable
Formación
Si hemos pensado en dar el paso, un factor a tener en cuenta, más allá de las frases motivadoras que podemos leer en todas partes, es pensar en una buena formación. Un máster en Administración y Dirección de Empresas es una gran ayuda.
Crear una empresa va de la mano de saber gestionarla. Se puede crear y organizar una empresa pero si no existe la capacidad o el conocimiento para gestionar: balances, IVA, marketing, comunicación, motivar a un equipo... de nada servirá nuestra buena idea.
En Pymes y Autónomos|Para emprender, ¿qué es mejor, talento o experiencia?
Imagen|Geralt