Autonomía, capacidad de decisión y alta organización, las nueva habilidades para empresas que buscan empleados
Vocación de empresa

Autonomía, capacidad de decisión y alta organización, las nueva habilidades para empresas que buscan empleados

En el entorno laboral a la hora de reclutar empleados se daban dos tendencias, aquellas organizaciones que buscaban un empleado que fuera capaz de desarrollar su trabajo de forma autónoma y otras donde primaba una jerarquía y supervisión que siempre hacía que no tuviera posibilidad de decidir nada. Era más bien un ejecutor de tareas que se le asignaban. Pero ahora con la crisis del coronavirus esta supervisión constante ha pasado en muchos casos a un segundo plano y ahora se buscan nuevas habilidades en los empleados como autonomía, capacidad de decisión y una alta organización para llevar a cabo su trabajo.

Las compañías que ya buscaban estos perfiles tienen mucho más fácil adaptarse a un entorno cambiante de forma constante. Hoy estamos trabajando en la oficina, pero mañana podemos hacerlo todos desde casa, solo unos cuantos o incluso una parte sí y otra no. Podemos trabajar en diferentes horarios y también tener empleados con reducción de jornada provocada por la puesta en marcha de ERTEs.

Supervisar y organizar las tareas

Las empresas que tenían una supervisión constante sobre sus empleados ahora tienen que apelar a esa responsabilidad de cada uno de ellos para llevar a cabo su trabajo de forma autónoma. Puede que muchos de ellos se sorprendan, pero en la mayoría de los casos, tanto empleados como supervisores necesitarán reciclarse de forma urgente.

Porque el empleado puede ser más autónomo, pero también tienen que dejarle serlo. Es aquí donde la supervisión a distancia se tiene que ejercer de una forma diferente, más como una cuestión de apoyo y ayuda que de estar mirando por encima del hombro si estamos o no trabajando y haciendo lo que se espera de nosotros.

Las empresas necesitan un cambio de cultura organizativa

La capacidad de organización es clave. Este es el aspecto que más tienen que trabajar los mandos intermedios para darles unas tareas más estructuradas al personal que tienen a su cargo. Se puede ser muy eficiente si nos dedicamos a realizar el trabajo que tenemos pendiente con un orden concreto, no saltando de una cosa a otra, pero sin llegar a concentrarnos lo suficiente como para ser realmente productivos.

Por último, es fundamental tener una buena comunicación, tanto con el supervisor como con el resto del equipo. En este sentido con un grupo de trabajo disperso, que no comparten ya la misma sala, ni siquiera oficina o incluso horarios, es fundamental utilizar herramientas que faciliten el flujo de información como si todos estuviéramos en la misma oficina.

Todo esto no es algo que se pueda improvisar. Y la mayoría de las empresas han tenido que hacerlo. No podemos pensar que va a ser perfecto, pero si tenemos que ir trabajando para que cada vez sea más eficiente. Y después cuando todo esto acabe y volvamos a poder volver a tener un contacto cercano, tal vez tengamos más alternativas para trabajar sin desplazarnos a la oficina.

Imagen | Julia M Cameron en Pexels

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