Uno de los problemas que tienen las empresas es cubrir las bajas laborales de sus empleados. Pero está contrastado que la práctica de ejercicio reduce el absentismo laboral, según algunos estudios hasta una media de 4,1 días al año. De esta forma el fomento de la práctica deportiva en la empresa es una inversión muy rentable.
Esto tiene dos vertientes, una física y otra mental. La práctica deportiva de forma regular supone un mejor estado físico, por lo tanto menos posibilidades de caer enfermo, tener problemas musculares, etc. Por otro lado, el deporte muchas veces ayuda despejar la mente y hacer que los trabajadores puedan concentrarse mejor cuando están en su trabajo.